Roma, 31 de marzo de 2024
Aniversarios de las Servidoras
El día 2 de marzo la Comunidad Contemplativa del Monasterio San José en Albania celebró los 5 años de fundación. Tuvieron la Santa Misa de acción de gracias presidida por el P. Wojciech Bochenek y concelebrada por el P. Giovanni, ambos sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús. Las hermanas de este monasterio tienen como intención particular rezar por la Santa Madre Iglesia en reparación de los pecados cometidos por sus miembros.
Hermanas de la Comunidad de izquierda a derecha: María de la Humildad, Maria Mãe do Bom Conselho, Muire Chroí Íosa, María Alegría de las Vírgenes, Maria Këshilli i Mirë, M. Mariam al Bishara, María Aurora de la Resurrección, Maria Mater Animae Eucharisticae, María al Peu de la Creu y María Makaria (no sale en la foto)
El día 24 de marzo se cumplieron 20 años de la Aprobación diocesana de nuestro Instituto Servidoras del Señor y de la Virgen de Matará. Damos gracias a Dios por este nuevo aniversario y recordamos con especial afecto a Mons. Andrea Maria Erba, obispo de Velletri Segni, quien llevó adelante el proceso para nuestra aprobación.
Mons. Andrea M. Erba |
Santa Misa de Inicio del Instituto SSVM en San Rafael año 1988 |
El día 25 de marzo, el Noviciado Contemplativo Santa Teresita del Niño Jesús de San Pablo, Brasil, cumplió 5 años de fundación. Este año la fecha coincidió con el Lunes Santo por lo que las hermanas no tuvieron un festejo especial.
De izquierda a derecha de arriba abajo: Novicias Camila y Zilda, Hna. Maria Mater Christi Patientis, M. Maria Mater Sacerdotum, postulante Maria Clara, Novicias Aline, Stéphany y Rainha do Céu
Bodas de plata de las Servidoras
El día 19 de marzo, día en que celebramos la Solemnidad de San José y el 36° Aniversario de Fundación de nuestro Instituto, las Madres María Ana de los Ángeles y María del Divino Niño de Perú festejaron sus 25 años de profesión de votos religiosos. La Santa Misa de acción de gracias fue presidida por el P. Germán García y concelebrada por otros sacerdotes del IVE en el Monasterio Santa Isabel de la Trinidad.
M. María Ana de los Ángeles y M. María Divino Niño
Votos perpetuos y primera profesión de las Servidoras
Votos perpetuos
Damos gracias a Dios por las 24 Hermanas que durante este mes se consagraron a Dios para siempre a través de los votos de pobreza, castidad, obediencia y esclavitud mariana. Las ceremonias tuvieron lugar en Italia, Brasil, Argentina y España.
En Italia profesó la Hna. María Esposa Fiel el día sábado 16 de marzo en la capilla del Convento San Barnaba de la comunidad contemplativa Beata Maria Vittoria de Fornari Strata, en Génova. La Santa Misa fue presidida por el P. Pablo Rossi, IVE, y concelebraron el ministro provincial de los capuchinos en Liguria Fra Luca Simoncini y el sacerdote capuchino Fra Luca Bucci. Estuvieron presentes la M. María Corredentora, superiora general y la M. María Virgen Blanca, superiora provincial, y acompañaron también las hermanas de las comunidades apostólicas de Génova y de Asti.
De izquierda a derecha: M. María Siempre Virgen, M. María Corredentora, M. María Virgen Blanca, María Esposa Fiel junto a su familia
Este mismo día profesaron en Brasil dos Hermanas: María Virgem das Vitórias y Maria da Doce Espera. La Santa Misa fue presidida por el P. Andrés Furlán y concelebrada por el P. Davidson Coelho, ambos sacerdotes del IVE, en la Parroquia São José de Anchieta en Serra, Espíritu Santo. Estuvieron presentes la M. Maria Divina Graça, superiora provincial, M. Maria Sponsa Spiritus Sancti, las Hnas. Maria Alegría dos Mártires y Maria Mater Dulcis junto a las hermanas de la comunidad de Espíritu Santo. También acompañaron muchos familiares y miembros de la Tercera Orden.
María Virgem das Vitórias y Maria da Doce Espera
También en Brasil el día 19 de marzo, Solemnidad de San José, profesaron 11 hermanas que actualmente están misionando en distintos países y algunas de ellas son contemplativas. La Santa Misa fue presidida por Mons. José Negri en la capilla Inmaculado Corazón en la casa de formación de San Pablo.
De izquierda a derecha de arriba abajo: Maria Mãe do Bom Conselho, Maria Mater Animarum, Maria Pérola das Virgens, Maria Aurora Lucescens, Maria Mater Sacerdotum, Maria Pulchrior Sole, Maria Refúgio dos Desamparados, Virgem das Vitórias (profesó unos días antes,) Maria della Libera, Maria Mater Humanitatis, Maria Virgo Silens, Maria Lírio entre os Espinhos
El mismo día de la Solemnidad de San José, 8 hermanas de Argentina profesaron sus votos en San Rafael. La Santa Misa fue presidida por el P. Alfredo Alos y concelebrada por varios sacerdotes del IVE en la Parroquia Nuestra Señora de los Dolores. Luego de la ceremonia tuvieron los festejos en el colegio Isabel La Católica.
De izquierda a derecha: Maria del Divino Amore, María Humilde Servidora, María Alma Socia Christi, Maria Regina Caritatis, María Madre Bondadosa, María Inmaculada de Luján, María Sagrario de la Trinidad, María Madre de la Víctima Redentora
A su vez en España profesaron las Hermanas María Agonía de Jesús y María Lirio de Pureza. La ceremonia tuvo lugar en el templo expiatorio del Sagrado Corazón de Girona presidida por el P. Gustavo Lombardo, IVE. Estuvieron presentes la M. María de la Coronación de Jesús, superiora provincial, las hermanas de las comunidades de Vic, Tarragona, Córdoba y Madrid, los miembros de la Tercera Orden de Cataluña, los familiares de las neoprofesas, y muchos fieles del apostolado de Girona.
De izquierda a derecha: María Agonía de Jesús y María Lirio de Pureza
Primeros votos
El día 19 de marzo en Filipinas, durante la celebración de la Solemnidad de San José, la Hna. Mary of the Ascension of Jesus, oriunda de Sri Lanka, profesó por primera vez los votos religiosos. La Santa Misa tuvo lugar en la Parroquia María Medianera de todas las Gracias presidida por el P. Miguel Soler, IVE.
De izquierda a derecha: M. Maria Mater Compassionis, superiora provincial de Extremo Oriente, M. María del Triunfo, maestra de novicias, Mary of Asencion of Jesus y M. Maria Laetitia Crucis, superiora del estudiantado
Homilía del P. Pablo Rossi con ocasión de los votos perpetuos de la Hna. María Esposa Fiel en el Monasterio de Génova
Historia de Cortés
Para muchos historiadores, el origen de la expresión “quemar las naves” se remonta a la época de Hernán Cortés durante su expedición a México.
En 1519 habían llegado a México y estalló un motín. La misión era compleja y varias tripulaciones amenazaban con regresar a España.
Entonces Hernán Cortés, tras frenar la rebelión y certificar la traición en un consejo de guerra, decidió hundir la mayoría de sus naves. De este modo, no hubo vuelta atrás en la misión y el objetivo de la expedición se mantuvo vivo.
Algunos relatan este diálogo:
– Capitán, ¿y ahora qué haremos en caso de derrota?
El general Cortés respondió sonriendo:
– Sólo nos queda una opción… vencer y volver a casa con las naves del enemigo.
Esto nos enseña una cosa: cuanto más nos centremos en las vías de escape, menos daremos lo mejor de nosotros mismos para ganar nuestras batallas.
Quemar las naves significa que no hay vuelta atrás, de este modo Cortés sólo puede seguir adelante. Si uno deja vías de escape, está menos decidido a continuar.
Podemos decir que hacer votos los perpetuos es quemar las naves.
Vocación femenina
En una catequesis del 1995, el Papa decía: “Bendita sea esta variada multitud de siervas del Señor que prolongan y renuevan, a lo largo de los siglos, la hermosísima experiencia de las mujeres que seguían a Cristo y lo servían junto con sus discípulos (cf. Lc 8, 1-3)”[1].
¿Qué cosa está diciendo el Papa? Que, así como los sacerdotes son sucesores de los apóstoles, así las religiosas son las sucesoras de las santas mujeres que acompañaron a Jesús. Y así como los sacerdotes están llamados a tratar a Jesús del mismo modo que los apóstoles, así también las religiosas están llamadas a tratar a Jesús del mismo modo que las santas mujeres.
El Papa dijo de las santas mujeres: “Ellas, al igual que los Apóstoles, habían experimentado la fuerza conquistadora de la palabra y de la caridad del Maestro divino, y se habían puesto a ayudarlo y a servirlo como podían durante sus itinerarios de misión. El evangelio nos revela el agrado de Jesús, que no podía menos de apreciar esas manifestaciones de generosidad y delicadeza, características de la psicología femenina”[2].
El modo en que las santas mujeres servían a Jesús, la caridad que tenían, es propia de la psicología femenina, y ni siquiera los mismos apóstoles podrían haberlo tenido. Dentro del grupo de discípulos, ellas tenían una función especial que sólo ellas podían cumplir.
Estas funciones especiales, estas delicadezas particulares hacia Jesús, propias de las santas mujeres, deben ser desempeñadas ahora por las sucesoras de aquellas santas mujeres, que son las religiosas. Están llamadas a tener en la oración demostraciones de amor que sólo ellas, por su naturaleza particular, pueden tener. El modo de amar a Jesús de las religiosas es propio de ellas y nadie más puede tenerlo.
De ahí el aspecto más importante de la vida religiosa femenina: las religiosas están llamadas a ser esposas de Cristo.
“Es verdad que Tertuliano aplicaba la imagen de las bodas con Dios indistintamente a hombres y mujeres cuando escribía: «Cuántos hombres y mujeres, en los órdenes de la Iglesia, apelando a la continencia, han preferido casarse con Dios…» (De exhort. cast., 13. PL 2, 930 A; CC 2, 1.035 35-39), pero no se puede negar que el alma femenina es particularmente capaz de vivir el matrimonio místico con Cristo y, por tanto, de reproducir en sí el rostro y el corazón de la Iglesia-esposa. Por eso, en el rito de la profesión de las religiosas y de las vírgenes seglares consagradas, el canto o la recitación de la antífona: Veni, sponsa Christi… llena su corazón de intensa emoción, envolviendo a las interesadas y a toda la asamblea en un ámbito místico”[3].
“No me habéis elegido vosotros a mí, sino que yo os he elegido a vosotros”. Esto vale también para las santas mujeres, y vale también para las religiosas. Ellas son las novias de Cristo que Él ha elegido para Sí.
Conclusión
¿Qué se siente al quemar las propias naves?
Algunos pueden tener la sensación de imponerse una obligación y, aunque la asumen libremente, lo hacen con tristeza.
¿Un ejemplo? Como los que ponen el despertador lejos de la cama para obligarse a levantarse….
Pero hay otros que queman sus naves porque están enamorados, y las naves no les sirven para nada, sólo son obstáculos para el nuevo amor.
Podemos poner un ejemplo… A un joven le encanta escalar montañas y tiene un equipo muy caro con el que va a distintas partes del mundo. Pero ha conocido a una chica de la que se enamora profundamente y con la que quiere formar una familia. Debe cambiar de vida; ya no le ve sentido a seguir con su antiguo estilo de vida, así que regala gustosamente todo su equipo a sus amigos porque ya no le interesa escalar montañas. Se da cuenta que no puede mantener el viejo estilo de vida, porque el viejo estilo de vida le es de obstáculo para su nuevo amor ¡Quema sus naves!
La diferencia entre uno y otro está en el hecho de que, si bien ambos queman las naves, uno las quema porque antes quemó su corazón de amor, porque está enamorado de algo que lo llena de tal manera que hace que las naves sean inútiles, pesadas, sin sentido. Se da cuenta que tener esas naves es inútil, pero no sólo inútil… Tener las naves es traicionar, arruinar, ensuciar el amor que ha descubierto.
Podemos imaginar este diálogo:
_ No puedo dividir mi corazón entre mi nuevo amor y estas naves…
_ Pero nunca podrás volver atrás?
_ Pero, ¿quién quiere volver? ¡Al contrario! Quiero distanciarme completamente de ese pasado que me estorba, porque he encontrado el verdadero sentido de mi vida.
_ ¿Y por qué no sigues adelante con tu nuevo amor, pero mantienes las naves… por las dudas?
_ No veo ninguna razón para mantener esas naves. Me molestan. Quemar las naves es la consecuencia necesaria de haber quemado ya mi corazón con este nuevo amor.
* * *
Estas hermanas, profesando los votos perpetuos, queman las naves.
No lo hacen porque tengan miedo de volver atrás. Lo hacen porque quieren ir aún más lejos, acompañando a Jesús con tanto amor que la vida del mundo ya no tiene sentido para ellas.
Hoy es un día de fiesta. Jesús se regocija del fruto de su cruz porque ha ganado una nueva esposa.
Y la Virgen María también se alegra, porque su hija es aún más hija, al ser la esposa de su Hijo.
Hermana María Esposa Fiel, agradece siempre con tu vida el amor que Jesús y María te han manifestado.
[1] Juan Pablo II, Catequesis 15 de marzo de 1995, 2.
[2] Idem.
[3] Idem, 4.