“Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella”. Mt 16,13
Queremos compartir con ustedes la gran alegría que tuvimos el 16 de agosto, día de la Consagración de la nueva Iglesia de San Roque en Avondale, tan esperada (por más de 30 años) por los fieles hispanos de todo el condado del sur Chester. Al principio muchos de ellos eran puertorriqueños, pero ahora el 98 % son mexicanos, que vienen la gran mayoría, a trabajar en campos de hongos champiñones.
La Arquidiócesis de Philadelphia creó la Iglesia de San Roque como una Parroquia Personal o Nacional para servir a las necesidades de los católicos hispanohablantes en el condado del sur de Chester.
Aquí el apostolado hispano comenzó hace aproximadamente 30 años con algunos sacerdotes que venían a celebrar una Misa en español en alguna de las iglesias de esta área. Vivía aquí una hermana que ayudaba a los sacerdotes. En el año 90 fue enviado Monseñor Frank Depman para organizar este apostolado y en 1992 crea la “misión” llamada Misión Santa María Madre de Dios, con el fin de organizar todo el apostolado hispano de las 5 Parroquias existentes. En los comienzos casi no había familias sino grupos de hombres que trabajaban en las ‘hongueras’; luego comenzaron a traer a sus familias. Ahora son más de 4.000 las familias que integran la parroquia. El primer año de catecismo concurrían 10 niños; ahora más de 1.200.
Junto al P. Frank siguió colaborando la hermana Juanita, luego la hermana Raquel y posteriormente la hermana Mimí, las dos últimas, misioneras de la Congregación del Inmaculado Corazón de María IHM. En el año 1995 llegaron las hermanas Servidoras del Señor y la Virgen de Matara, SSVM.
La comunidad ha ido creciendo considerablemente, realmente ha sido una bendición de Dios. Cada semana se celebraban las Santas Misas en las distintas parroquias del área: Asunción en West Grove, Sagrado Corazón en Oxford, San patricio en Kennet Square y San Gabriel en New Garden. Teníamos 6 Santas Misas de horario fijo por fin de semana, más las Santas Misas por bodas, quinceañeras, bautismos, presentaciones, etc. A veces llegábamos a tener 9 o 10 Misas durante el fin de semana. Y esto corriendo, literalmente, de un lugar a otro. ¡Viva la vida de los Misioneros!
El fin de semana posterior a la inauguración tuvimos 13 celebraciones, pero ya en nuestra propia Parroquia; la perspectiva de apostolado es increíble.
La celebración de la Dedicación y Consagración fue el 16 de agosto a las 4 de la tarde, presidida por el Cardenal Justin Rigali y concelebrada por algunos obispos auxiliares de la Arquidiócesis, además de algunos sacerdotes invitados. Primeramente iniciamos la ceremonia con una procesión desde el centro de San Roque hasta las puertas de la Iglesia. Allí el Sr. Rocco Abissinio (donante principal de la Iglesia) hizo entrega de las llaves al Cardenal y este a su vez las entregó al párroco, P. Frank, quien abrió las puertas de la Iglesia dando comienzo a la celebración. Ya una vez dentro del Templo y después de la Liturgia de la Palabra comenzó el rito de la consagración y bendición de la Iglesia. Fue una hermosa ceremonia rica en signos muy bellos, como la unción del altar y las paredes, la incensación e iluminación de la Iglesia, etc.
Asistieron, creemos, más de 2500 personas, de las cuales la gran mayoría permaneció afuera de la Iglesia. Era un mar de gente. Por supuesto que sobrepasó toda expectativa para nosotros.
Al terminar la celebración religiosa un grupo de baile, “Los Chinelos”, ofreció una danza al patrono San Roque en la plaza del templo y de allí condujo a la gente en procesión al lugar de los festejos. Esto también superó nuestras expectativas, pues teníamos preparado lugar como para 800 personas, pero había gente por todos lados, ¡serían más de 1500!!! La comida, al igual que en la multiplicación de los panes, alcanzó y sobró.
Durante la cena realizamos un convivium donde diferentes personas de la comunidad cantaron, bailaron, etc. Compartimos un momento lleno de alegría.
Esto fue posible gracias a la ayuda de tantos voluntarios que ya desde meses anteriores comenzaron a trabajar y organizar la celebración, muchos ayudaban con comida, limpieza de la Iglesia, colocación de mesas, servicio, etc.
Durante los preparativos todos estaban muy entusiasmados, reinaba un clima de mucha alegría, alegría propia que solo Dios puede dar al alma.
También la Divina Providencia ayudó con el tiempo. Minutos antes se había descargado una lluvia muy fuerte, pero al comenzar la fiesta el cielo se despejó sobre nosotros, como formando un círculo rodeado de densas nubes. Parecía que la Santísima Virgen María nos protegía y cubría con su manto amoroso.
Queremos remarcar que el “gran sueño” de tener la propia Iglesia ha sido gracias al esfuerzo de mantener viva la fe y las oraciones de cientos de personas durante años y años, algunas presentes y otras que lo estarán gozando desde el cielo. También debemos agradecer la ayuda de tantos sacerdotes, en especial de Monseñor Frank y de las religiosas que han dejado y siguen dejando partes de sus vidas en esta misión.
Con todas las letras podemos decir que fue una “Gran Fiesta en el Espíritu”.
Damos gracias a Dios por tantos beneficios recibidos y encomendando a sus oraciones los frutos de la Misión, ahora ¡Parroquia San Roque!