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Crónica de la Fundación del Aspirantado “Beata Jacinta Marto” en Paraguay

En el marco del Centenario de las Apariciones de la Santísima Virgen María a los Pastorcitos en Fátima (Portugal), las Servidoras hemos concretado diversas fundaciones, todas ellas con alguna invocación de este hecho extraordinario y de tanta actualidad. Recientemente, nuestras hermanas en Paraguay han iniciado con el Aspirantado bajo el patrocinio de la Pastorcita Jacinta, quien junto a su hermano Francisco será canonizada el próximo 13 de mayo. Con una crónica, las hermanas nos cuentan los comienzos de esta importante misión.

“Llamó a los que Él quiso”

He aquí el íntimo misterio de toda alma llamada. Jesús atrae hacia sí a muchas almas con las palabras del Evangelio:ve, vende todo lo que tienes, dáselo a los pobres, luego ven, y sígueme.  El Papa San Juan Pablo II afirma que el sígueme de Cristo “se hace sentir la mayoría de las veces ya en la época de la juventud, y, a veces, se advierte incluso en la niñez”[1].

Por gracia de Dios, el día viernes 28 de abril, se dio comienzo a una nueva casa de formación de las Servidoras en Paraguay: el Aspirantado, que lleva como patrona a la “Beata Jacinta Marto”, una de los tres pastorcitos elegidos por la Virgen María para manifestarse y hacerles comprender la necesidad de la oración y del sacrificio por la salvación de las almas.

Para tal ocasión recibimos algunas visitas: la Madre Harissa (nuestra Superiora Provincial), el P. Fernando Vicchi (Superior Provincial del IVE), y la comunidad de hermanas de Brasil que misionan en Mato Grosso do sul, junto a un sacerdote del IVE que las acompañaba.

La apertura comenzó con la Santa Misa, en donde dos hermanas renovaron su profesión de votos simples. Luego, el P. Fernando Vicchi predicó sobre la vocación religiosa, refiriéndose principalmente a la importancia del Aspirantado.

Al finalizar la Santa Misa nos dirigimos a continuar con los festejos en el Aspirantado, donde con mucha esfuerzo y alegría nos esperaban las aspirantes con un tradicional “fogón” organizado por ellas. Cabe destacar la alegría y generosidad de los familiares de las aspirantes, quienes con mirada sobrenatural entregaron sus hijas a Dios.

Agradecemos principalmente a Dios por la enorme gracia de poder comenzar con esta casa de formación para estas hermosas almas, elegidas por Él. Jesús tiene claras y profundas intuiciones en la elección de las almas, tiene toques admirables para atraerlas hacia sí, para entusiasmarlas con las cosas del cielo pata apartarlas de las ataduras de los amores terrenales.

De manera especial, queremos dar gracias también a las personas que hicieron posible la apertura de esta casa, tanto por parte del Instituto como por parte de la ayuda material que, con mucho esfuerzo y sacrificio, muchos ofrecieron para poder dar inicio a esta fundación, lo cual nos da a entender cómo Dios ama de modo especial a aquellos que se entregan a su servicio desde la primera juventud.

Encomendamos a sus oraciones a las aspirantes y a las niñas que están pidiendo ingresar. La Santísima Virgen cuide estas almas para que perseveren en su vocación, y para que muchas almas concreten el seguimiento de Cristo desde su juventud, ya que como dice el Papa Francisco “Es necesario jugarse la juventud por grandes ideales”.

En Cristo y María
Servidoras de Señor y de la Virgen de Matará, misioneras en las tierras rojas del Paraguay

Aspirantado “Beata Jacinta Marto” en Paraguay

Aspirantado “Beata Jacinta Marto” en Paraguay


[1]Juan Pablo II, Carta Apost. Dilecti Amici, (31/03/1985), 8.