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Hna. María Glória da Igreja

El miércoles 27 del corriente mes, la Hna. Maria Glória da Igreja se fue de este mundo para celebrar las Bodas Eternas del Cordero. Las circunstancias que rodearon la partida de nuestra hermana fueron pruebas palpables de la Providencia Divina. Siendo fiel a la misión encomendada con su nombre de consagrada, ofreció su vida por la Iglesia y Dios aceptó su sacrificio llamándola a su Presencia un miércoles, día dedicado a San José, en el año que el Santo Padre ha encomendado a este gran Santo por cumplirse el 150° aniversario de su proclamación como patrono de la Iglesia Universal. Coincidió también esta fecha con la celebración del 20° aniversario de fundación del Seminario Mayor “San Vitaliano”, Papa, cuya memoria celebramos ese día. Esta casa de formación ha dado a la Iglesia más de 100 sacerdotes de distintos ritos y nacionalidades. Glória había viajado a Roma con la esperanza de un posible tratamiento para el cáncer que le fue diagnosticado en Albania a finales de diciembre de 2020, pero una vez llegada aquí le dijeron que solo se podrían aplicar tratamientos paliativos. Este viaje quedó como un sacrificio inútil a los ojos del mundo, pero así ella, como Santa Catalina, pudo pasar sus últimos días en la ciudad que alberga al Vicario de Cristo en la tierra, consumando aquí, significativamente, su sacrificio por la Iglesia.

En la fiesta de Santa María Madre de Dios, el primer día del año, había dado su “sí” definitivo en la entrega a Dios mediante la profesión perpetua de los votos religiosos de pobreza, castidad, obediencia y esclavitud mariana. La celebración tuvo lugar en el monasterio “San José” de Albania, al que pertenecía Glória, y fue presidida por Mons. George Anthony Frendo, arzobispo de Tirana-Durazzo y concelebrada por el nuncio apostólico de Albania, Mons. Luigi Bonazzi, por el obispo auxiliar de Tirana-Durazzo, Mons. Arjan Dodaj, por el P. Carlos Calero, IVE y por 6 sacerdotes de la diócesis muy cercanos a la comunidad del monasterio. Para la ocasión viajó desde Roma la M. Maria Sponsa Amabilis, consejera general y estuvo presente el Embajador de Brasil en Albania, el Sr. Francisco Carvalho Chagas. Glória dio a todos un precioso testimonio con su ejemplo de donación completa a Dios y con su alegría y agradecimiento en medio de las pruebas hasta el final.

Hna. María Glória da Igreja

Hna. M. Glória da Igreja el día de sus votos,
junto a la imagen de la Virgen de Luján y al cuadro de los mártires albaneses.

Hna. M. Glória da Igreja

Hnas. M. Mater Verbi Incarnati y M. Alegria da Cruz, Madre Mariam Al Bishara y Hna. M. Glória da Igreja.