Querida Familia Religiosa:
Inicios de la misión
Como sabrán por la crónica anterior nuestra misión comenzó el 13 de noviembre con la apertura oficial que se realizó en la pequeña capilla en la Casa Episcopal. El día 14 se realizó la reapertura de la Catedral que durante 22 años estuvo cerrada a causa de su restauración. Ese día nos hicieron una corta entrevista que pasaron por televisión. Era el evento!!! junto con la reapertura de la Catedral, nuevas y jóvenes hermanas en Surinam!!!
Entre los que veían esta entrevista había una adolescente que muy expresiva dijo a sus familiares con los que veía la TV: “Yo quiero tocar la mano de alguna de ellas y cuando lo haga nunca más me lavare las manos”. Esta joven que pertenece a la Parroquia a la cual asistimos para la Santa Misa y para hacer apostolado, es ahora nuestra primera profesora de holandés.
Durante las primeras semanas nuestro medio de movilidad fue el colectivo. La gente se impresionaba al vernos subir y usar el mismo transporte que ellos, muchos tampoco sabían que es lo que éramos, al enterarse dijo el chofer: “¿son ustedes hermanas de verdad?” ante nuestra respuesta afirmativa dijo asombrado: “yo solo he visto hermanas en las películas”. Con estas sencillas anécdotas vemos claramente la falta de presencia religiosa que sufre este pueblo, verdaderamente tienen sed de Dios.
Apostolados
Es hermoso ver la gran confianza y esperanza que la gente pone en nuestro Instituto. Gracias a esto hemos podido comprobar cómo día a día se nos abren las puertas para los distintos apostolados que queremos realizar. Por ello pudimos llevar a cabo el oratorio de niños. El día 6 de diciembre tuvimos el “día del niño” en el que realizamos juegos desde las 9:00 hasta las 12:00 hs. Ahora tenemos el grupo de niños que se reúne todos los sábados y su número crece considerablemente. El grupo lleva el nombre de los Beatos Francisco y Jacinta Marto, ya que pertenece a la Parroquia “Nuestra Señora de Fátima”.
Con los jóvenes nos reunimos todos los domingos después de la Santa Misa desde las 8:00 hs hasta las 12:00 hs. También nos han invitado a varios grupos de jóvenes en los cuales hemos podido dar charlas de formación y principalmente dar testimonio de vida religiosa con nuestra presencia. Los jóvenes se muestran interesados en conocer más nuestro Instituto y la vida consagrada. Muchos se han acercado a hacer preguntas como en secreto y otros muy abiertamente. Para la Navidad estuvimos pintando y reparando las imágenes del pesebre de la Parroquia y contamos con la ayuda de varios jóvenes. Es ya tradición en el país que en la Catedral se realice un pesebre viviente muy sencillo durante 3 días seguidos. Por gracia de Dios pudimos asistir a él.
Navideta
El día 28 de diciembre recibimos la visita de nuestras hermanas misioneras en Guyana con las que aprovechamos el tiempo en hacer salidas y peregrinajes, especialmente al lugar donde trabajó por las almas el B. Padre Pedro Donders, sacerdote holandés que pasó 27 años de su vida entre los leprosos de Batavia. El 31 de diciembre cenamos con Monseñor Bekker, nuestro Obispo, en su casa con un ambiente muy familiar. Las hermanas emprendieron el regreso el día 2 de enero hacia Guyana en colectivo, el viaje dura alrededor de 12 horas.
Por gracia de Dios la misión, que siempre es una aventura, no deja de serlo aquí también. Nuestro intento por superar el holandés sigue siendo con ahínco, al menos eso intentamos, después del holandés tenemos que aprender también el “Sranan Tongo” (nombre oficial del dialecto del lugar), muy usado por los jóvenes, niños y en el mercado. Mucha gente que viene del interior del país a vender sus productos y que no han ido a la escuela, hablan solo dialecto y si les queremos entender algo para comprar unas cebollas, nos hace falta el “Taqui Taqui” (el dialecto como ellos lo llaman). Verdaderamente este pueblo tiene sed de Dios y de ejemplos vivientes de religiosos. Los religiosos que hay en el país son muy pocos y ya ancianos, por lo mismo no salen ya de sus conventos y se escucha a la gente decir “hace mucho que no veía hermanas de verdad, ya no se las ve como antes”. No olvidemos que las religiosas eran profesoras o maestras en las escuelas, toda la dirección de las escuelas estaba bajo la guía de varias congregaciones religiosas que poco a poco se fueron yendo por falta de vocaciones y por su avanzada edad. Actualmente solo quedan 4 congregaciones: las hermanas Franciscanas de la Inmaculada Concepción de Nuestra Señora, de las que queda un miembro; las hermanas de la Inmaculada Concepción o también llamadas hermanas de Paramaribo, de las que quedan 6 miembros; las hermanas del Amor de Nuestra Señora de la Divina Providencia o hermanas de Tilburg, de las que quedan 2 miembros. Todas estas religiosas son ya muy ancianas y su perseverancia en la vida religiosa nos anima a seguir firmes en la nuestra y llevar con mayor empeño el servicio de Dios y de las almas.
Nos encomendamos a sus oraciones.
En Cristo y María Santísima,
M. Madre de la Esperanza