“La Iglesia admira y agradece a las personas consagradas que, asistiendo a los enfermos y a los que sufren, contribuyen de manera significativa a su misión. Prolongan el ministerio de misericordia de Cristo, que pasó haciendo el bien y curando a todos (Hch 10, 38)”[1]. Estas hermosas palabras del Padre Espiritual de nuestra Familia Religiosa, en su Exhortación apostólica sobre la vida religiosa, dan pleno significado al trabajo preferencial que siempre queremos tener en nuestra Congregación con los que sufren, especialmente con aquellos que no tienen quién se ocupe de ellos. Con el fin de optimizar el trabajo y poner en relieve las características especiales que nuestro apostolado debe tener en las Obras de Misericordia que por gracia de Dios tenemos en numerosos lugares, se están organizando a nivel Provincial las reuniones de Obras de Misericordia, en las cuales participan muchas de las hermanas que ejercen este privilegiado apostolado en cada Provincia. La primera de estas reuniones tuvo lugar en Argentina, en donde se reunieron en el mes de abril, con la presencia de la M. María Corredentora, representantes de las Obras de Misericordia de las Provincias “Nuestra Señora de Luján” y “Nuestra Señora de los Buenos Aires”.
Desde el martes 29 de junio, solemnidad de San Pedro y San Pablo, al jueves 1° de julio de 2021 tuvo lugar la reunión de Obras de Misericordias de la Provincia “Nuestra Señora de Loreto”, que se realizó en Albania, en donde se encuentra la mayor parte de las obras de misericordia de esta Provincia. Participaron las hermanas de las comunidades que albergan niñas, jóvenes y ancianas tanto en Albania como en Italia. Para la ocasión pudieron estar presentes las Madres M. Sponsa Amabilis, Consejera General, y M. Virgen Blanca, Superiora Provincial.
Participantes de la reunión de Obras de Misericordia durante una salida al finalizar la misma.
También en el mes de julio se llevó a cabo en Belén la reunión de Obras de Misericordia de la Provincia “Nuestra Señora de los Dolores”. En dicha reunión participaron todas las hermanas que realizan apostolados en Obras de Misericordia en Tierra Santa junto a la Superiora Provincial, M. María del Cielo.
Participantes de la reunión de obras de misericordia en Tierra Santa
Rezamos por esta importante misión que tenemos como consagradas de asistir y consolar a los predilectos de nuestro Divino Esposo y para que sepamos siempre enseñar a nuestros enfermos el amor a la Cruz que tantos frutos de salvación produce en las almas, como también lo enseña nuestro Padre espiritual: “Han de fomentar que los enfermos ofrezcan su dolor en comunión con Cristo crucificado y glorificado para la salvación de todos y, más aún, que alimenten en ellos la conciencia de ser, con la palabra y con las obras, sujetos activos de pastoral a través del peculiar carisma de la cruz[2].
[1] San Juan Pablo II, Vita Consecrata, 83.
[2] Ibidem.