Roma, 25 de octubre de 2010
Homilía del R.P. Carlos Buela predicada en Segni en la celebración de votos perpetuos de las Servidoras para la Fiesta de Santa Teresa de Jesús.
La belleza de la vida consagrada.
A la Hna. Mariam Farah Al Masih, SSVM,
primera Servidora jordana, que el 1 de octubre de 2010 hará votos perpetuos,
en Mádaba (Jordania).
Quiero hacer un sermón con ocasión de los votos perpetuos de varias Servidoras del Señor y de la Virgen de Matará utilizando las antífonas, responsorios, etc. del común de vírgenes de la Liturgia de las Horas[1]. Ciertamente que se aplican directamente a las Beatas y Santas vírgenes así declaradas por la Iglesia, pero, indirectamente, se pueden aplicar análogamente a todas aquellas que ahora, aquí en la tierra, se quieren disponer para alcanzar el cielo.
1. Hay una llamada y hay una respuesta:
¿Por qué decimos ‘hay’, en tiempo presente, y no decimos ‘hubo’, en tiempo pasado? Porque la llamada de Dios a una vocación determinada ocurre en el tiempo de Dios, que es un instante eterno. Nos llamó antes de que existiésemos: «Aquel que me separó desde el seno de mi madre»(Ga 1, 15). Nos llamó incluso antes de la creación del mundo: «Dios os ha escogido desde el principio» (2 Te 2, 13). ¡Nos llamó desde que Dios es Dios y nos llamó para siempre!: «los dones y la vocación de Dios son irrevocables»(Ro 11, 29).
Por eso dice:
*Venid, hijas, contemplad al Señor y quedaréis radiantes[2]. Las llama, a contemplar al Señor viviendo muy unidas a Él y a ser radiantes, o sea, brillantes, resplandecientes; las llama a que sientan y manifiesten una alegría muy grande.
*Ahora te seguimos de todo corazón, te respetamos y buscamos tu rostro; Señor, no nos defraudes[3]. La gran tarea a la que es llamada la religiosa es a buscar el rostro del Señor, es decir, su Persona y entablar espirituales relaciones esponsales con Él.
*Oigo en mi corazón: buscad mi rostro. Tu rostro buscaré, Señor[4]. Es lo que escucha en lo más profundo de su corazón y es lo que promete buscar siempre.
2. Llamada, ¿A qué cosa?
a. A desposarse con Cristo.
*Prendado está el rey de tu belleza, obra de sus manos; Él es tu Dios y tu rey. Tu rey es al mismo tiempo tu esposo[5]. Cada religiosa es obra de las manos de Dios que las hace espiritualmente bellas. De ahí que sea al mismo tiempo rey y Esposo.
*Alegraos, vírgenes de Cristo, y gozad de vuestro desposorio divino que no tendrá fin[6]. Las llama el Señor a que sean en la Alianza nueva y eterna, sus desposadas.
*Venid, adoremos al Cordero, al Esposo acompañado por el cortejo de vírgenes[7]. Acompañarán siempre al Cordero.
*Virgen ilustre, sensata, prudente en tu decisión, tienes como esposo del alma al Verbo inmaculado[8]. Por su libre y señorial consagración son ilustres, sensatas y prudentes, que tienen como esposo del alma al Verbo inmaculado.
*Quiero ser solamente tuya, oh Cristo esposo, a ti vengo con mi lámpara encendida[9]. Esposas de un solo esposo, siempre atentas a su llegada.
b. A servir al Esposo-Rey y a reinar con Él.
*Sosténme, Señor, con tu promesa y viviré, que no quede frustrada mi esperanza[10]. Su único sostén será la promesa del Señor que nunca falla.
*Has tomado por Esposo al rey y Dios; él te ha dotado, él te ha engalanado, te ha redimido, te ha santificado[11]. El Esposo, rey y Dios, la ha colmado de dones, vestido de gala, redimido y santificado.
*¡Qué hermosa eres, virgen de Cristo! Tú que has merecido recibir la corona del Señor, la corona de la virginidad perpetua[12]. Hermosas son las vírgenes de Cristo, porque entre esposa y Esposo hay semejanza, y Él las corona en la tierra y en el cielo.
c. A dejarlo todo por el Esposo del Alma.
*Por amor a mi Señor Jesucristo, tuve en nada los bienes de este mundo y del tiempo presente[13]. Amar a Jesucristo es no atarse a nada fuera de Él. «Amar es despojarse por Dios de todo lo que no es Dios»[14].
*Mi alma se siente firme, está cimentada en Cristo, el Señor[15]. El alma está muy segura estando unida a Aquél que ha vencido al mundo.
*Se consume mi corazón por Dios, mi herencia eterna[16]. El rey y esposo, es nada menos que la herencia eterna.
d. A victimarse con el Esposo-Víctima.
*Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios[17]. Dichosos, sí, muy dichosos los que dominan su corazón.
*Mirad, la virgen esforzada sigue ya al Cordero que fue crucificado por nosotros; también ella, como el Señor, ha sido víctima pura, una hostia inmaculada[18]. No puede ser que el Esposo esté en la cruz y la esposa ande entre almohadones.
*Dichosa la virgen prudente que, negándose a sí misma y cargando con la cruz, imitó al Señor, esposo de las vírgenes…[19]. La virgen que se niega a sí misma y carga con su cruz cada día es invencible.
e. A proclamar las maravillas del Esposo.
*Libremente confieso a Cristo; de Cristo está sedienta mi alma; deseo estar por siempre con Cristo[20]. Cristo siempre y sólo Cristo.
*Para mí lo bueno es estar junto a Dios, y hacer del Señor mi refugio[21]. No hay mejor defensa que el Señor.
*Vírgenes del Señor, bendecid al Señor; el que sembró en vosotras el deseo de la virginidad ha coronado ya su obra[22]. Las vírgenes son obra del Señor y Él desea coronar su obra.
*¡Qué hermosa y resplandeciente es la generación casta![23]. Muy hermosa es quien sigue a «la belleza infinita»[24], que es Dios.
3. ¿Cuál es su término?
*Al llegar el esposo la virgen prudente entró con la lámpara encendida al banquete de bodas de su Señor[25]. Es celebrar siempre las bodas.
*Vírgenes prudentes, preparad vuestras lámparas: Mirad, el Esposo viene, salid a su encuentro[26]. Siempre están atentas a lo que quiere el divino Esposo.
*Ésta es la virgen prudente que, unida a Cristo, resplandece como sol en el reino celestial[27]. Cada una es como el sol, merecería llevar la rayera del sol como la Virgen de Luján.
*Vírgenes del Señor, bendecid al Señor eternamente[28]. El culto de latría será su métier por siempre.
*Que los santos se alegren en la gloria pues [las vírgenes] han conseguido una brillante victoria sobre la carne y la sangre[29]. Si los santos se alegran de su triunfo, ¡cuánto más nosotros, que somos pecadores!
*Llevan ante el rey al séquito de vírgenes, las traen entre alegrías[30]. La alegría es siempre la mejor definición de las vírgenes. Nada ni nadie podrá separarla del amor a Cristo.
*Ven, esposa de Cristo, recibe la corona eterna que el Señor te trae preparada[31]. Si ahora están alegres, ¡lo que será el día de la entrada en la gloria!
*Venid adoremos al Señor, rey de las vírgenes[32]. ¡Adoremos todos al Señor que es el rey de ésta y de todas las vírgenes!
¡La Virgen de las Vírgenes y Reina de las Vírgenes sea siempre vuestra inspiración!
[1] Señaladas con un *.
[2] 1ª antífona de la Salmodia de las I Vísperas.
[3] 2ª antífona de la Salmodia de las I Vísperas.
[4] Responsorio breve.
[5] Responsorio Primera Lectura.
[6] 3ª antífona de la Salmodia de las I Vísperas.
[7] Antífona del Invitatorio.
[8] 1ª antífona de la Salmodia del Oficio de lectura.
[9] Antífona de las II Vísperas
[10] Antífona de Sexta.
[11] Responsorio.
[12] Idem.
[13] 2ª antífona de la Salmodia del Oficio de lectura.
[14] San Juan de la Cruz, Subida, II, 5,7.
[15] 3ª antífona de II Vísperas.
[16] Responsorio Segunda Lectura.
[17] 2ª antífona de II Vísperas.
[18] 1ª antífona del Cántico Evangélico.
[19] Cántico Evangélico, …
[20] 1ª antífona de Laudes.
[21] Antífona de Tercia.
[22] 2ª antífona de Laudes.
[23] Antífona de Nona.
[24] Santa Teresa de los Andes, Obras Completas, Burgos 1995, Carta 101.
[25] 2ª antífona del Cántico Evangélico, de I Vísperas.
[26] 3ª antífona del Cántico Evangélico, de I Vísperas.
[27] Cántico Evangélico de Laudes.
[28] Cántico Evangélico de Laudes.
[29] 3ª antífona de Laudes.
[30] Responsorio breve de II Vísperas.
[31] Antífona del Cántico Evangélico de II Vísperas.
[32] Antífona del Invitatorio.
Estudio de los Directorios en el Nihuil Noviciado “San José”
Por gracia de Dios hemos podido dedicar una semana entera, desde el lunes 4 de octubre al lunes 11, al estudio de los Directorios del Instituto, tarea que desarrollamos en la Casa de El Nihuil.
Nos acompañó el P. Tomás Orell, nuestro Consejero Espiritual, quien abrió las exposiciones con el tema “Evangelización de la cultura”, clarificando el sentido profundo de los términos en esta cuestión medular de nuestro carisma.
Se trabajaron mediante charlas sintetizadoras y momentos dedicados a preguntar y profundizar, los diecinueve Directorios.
Todas las charlas evidenciaron una consciente preparación y fueron seguidas con gran interés. Una exclamación frecuente sobre los Directorios fue: “¡Están buenísimos!” Y es que no se puede dejar de admirar, por una parte, la minuciosidad con que atienden los aspectos posibles de la vida religiosa en acción, y por otra, la armonía que brilla entre ellos mismos y con las Constituciones. Hemos podido valorar también, cómo todos ellos prevén sabiamente situaciones y dificultades, manifiestan una riqueza doctrinal excepcional y atesoran la experiencia milenaria de la Iglesia y de sus más preclaros santos.
Entre tantos regalos, tuvimos el honor de compartir la celebración en acción de gracias por las Bodas de Plata sacerdotales del P. Tomás el 5 de octubre. Las Postulantes con su Madre María Solaz de Jesús, ofrecieron un muy rico almuerzo en su homenaje, que finalizó con un fogón centrado en el tema de la dignidad sacerdotal.
El jueves 7 nos visitó y compartió las Buenas Noches y muchos recuerdos durante la cena, la Hna. María del Crucificado Randle, horas antes de partir para el Monasterio de Pontinia, en Italia. Entre las anécdotas, impactó la de haber tenido que acoger a una bebé recién nacida en el Convento de Brooklyn: susto del Padre que la encontró, su bautismo de urgencia, corridas, trámites, visitas al hospital, seguimiento… Ese mismo día agradecimos con todo el corazón a la Virgen del Rosario por la ordenación del P. Carlos Buela, a quien tanto debemos.
El sábado por la noche disfrutamos de un fogón en la playita frente al lago, entre canciones y cuentos. El domingo, que fue día libre, el sol acompañó la merienda en la playa, y así aprovechamos para jugar al voley, paleta, “quemado”, y hacer hasta canotaje. Ciertamente que el paisaje invita a recrear el alma, así fue que hemos aprovechado siestas y tiempos libres para leer, escribir, o simplemente disfrutar de la compañía de la comunidad contemplando la inmensidad del lago o la belleza de los atardeceres, reflejo de la grandeza de Dios.
Regresamos el lunes por la tarde, llenas de gratitud y reconocimiento por la belleza de la vocación religiosa, las riquezas que encontramos en nuestro Instituto y los buenos maestros que nos ilustran y guían constantemente. ¡Laus Deo!
Noviciado San José