Roma, 31 de julio de 2021
Memoria de San Ignacio de Loyola
Fundaciones y aniversarios de las Servidoras
En la Exhortación apostólica Vita Consecrata se remarca el testimonio que como religiosas debemos dar con nuestra vida de absoluta entrega a Dios. En efecto, enseña el documento que “la vida consagrada es un don que Dios ofrece para que todos tengan ante sus ojos lo único necesario (cf. Lc 10, 42). La misión peculiar de la vida consagrada en la Iglesia y en el mundo es testimoniar a Cristo con la vida, con las obras y con las palabras”[1]. Por este motivo, cada nueva fundación y cada aniversario de nuestra llegada a una nueva misión, es un motivo de profunda acción de gracias a Dios, pues de este modo se hace manifiesto en un mayor grado delante de más personas de que Dios es lo único necesario.
El día 4 de julio celebramos el 20° aniversario de la fundación del Aspirantado “Beata Tarsykia Matskiv” en Ucrania. Como enseña nuestro derecho propio, basándose en la enseñanza y en la tradición de la Iglesia, “el fin del Aspirantado es ayudar a las adolescentes que manifiestan poseer gérmenes de vocación a que la disciernan más fácilmente y puedan responder a ella”[2]. Damos gracias a Dios por todas las niñas y adolescentes que a lo largo de estos 20 fructíferos años han pasado por esta casa. Para festejar tan importante ocasión, la Comunidad del Aspirantado realizó una peregrinación a la tumba de su patrona.
Beata Tarsykia Matskiv, Patrona del Aspirantado en Ucrania
También ese mismo día 4 de julio celebramos el primer aniversario de fundación del Monasterio “San Juan Bautista de la Concepción” en la Diócesis de Alcalá de Henares, Madrid. Las hermanas de este monasterio tienen como intención principal de oración implorar la gracia de que las congregaciones religiosas sean fieles a sus carismas y, además, rezan para que España mantenga la fe, en medio de los embates del mundo que hacen vacilar la sólida herencia que Europa viene transmitiendo desde la época apostólica a tantas naciones del mundo.
Hermanas de la Provincia “Nuestra Señora del Pilar” junto a las Madres M. Corredentora y M. Sponsa Amabilis, a los Padres Bernardo Juan y José Vichi, superior provincial del IVE, y a S. E. R. Mons. Juan Antonio Reig Plá; el día de la fundación, 4 de julio de 2020
El día 29 de julio fundamos una nueva Comunidad en Macao, China. Esta comunidad ha sido encomendada al patrocinio de Nuestra Señora de Fátima y tiene como copatrones a San Francisco Javier y a Santa Catalina de Siena. Macao tiene un particular significado en la misión de Extremo Oriente pues fue el lugar donde se prepararon los primeros misioneros jesuitas para su labor apostólica, entre ellos los padres Miguel Ruggeri y Mateo Ricci. Las hermanas M. Zhu zhi Bei Pu y M. Shan Dao Zhi Mu, desempeñarán su apostolado en la pastoral del Colegio Diocesano “San José” y en la Catedral de la “Natividad de Nuestra Señora”.
Hermanas M. Shan Dao Zhi Mu y M. Zhu zhi Bei Pu en la entrada del Colegio
[1] San Juan Pablo II, Vita Consecrata, 109.
[2] Directorio de Aspirantados SSVM, 3.
Reuniones de Obras de Misericordia del Instituto
“La Iglesia admira y agradece a las personas consagradas que, asistiendo a los enfermos y a los que sufren, contribuyen de manera significativa a su misión. Prolongan el ministerio de misericordia de Cristo, que pasó haciendo el bien y curando a todos (Hch 10, 38)”[1]. Estas hermosas palabras del Padre Espiritual de nuestra Familia Religiosa, en su Exhortación apostólica sobre la vida religiosa, dan pleno significado al trabajo preferencial que siempre queremos tener en nuestra Congregación con los que sufren, especialmente con aquellos que no tienen quién se ocupe de ellos. Con el fin de optimizar el trabajo y poner en relieve las características especiales que nuestro apostolado debe tener en las Obras de Misericordia que por gracia de Dios tenemos en numerosos lugares, se están organizando a nivel Provincial las reuniones de Obras de Misericordia, en las cuales participan muchas de las hermanas que ejercen este privilegiado apostolado en cada Provincia. La primera de estas reuniones tuvo lugar en Argentina, en donde se reunieron en el mes de abril, con la presencia de la M. María Corredentora, representantes de las Obras de Misericordia de las Provincias “Nuestra Señora de Luján” y “Nuestra Señora de los Buenos Aires”.
Desde el martes 29 de junio, solemnidad de San Pedro y San Pablo, al jueves 1° de julio de 2021 tuvo lugar la reunión de Obras de Misericordias de la Provincia “Nuestra Señora de Loreto”, que se realizó en Albania, en donde se encuentra la mayor parte de las obras de misericordia de esta Provincia. Participaron las hermanas de las comunidades que albergan niñas, jóvenes y ancianas tanto en Albania como en Italia. Para la ocasión pudieron estar presentes las Madres M. Sponsa Amabilis, Consejera General, y M. Virgen Blanca, Superiora Provincial.
Participantes de la reunión de Obras de Misericordia durante una salida al finalizar la misma.
También en el mes de julio se llevó a cabo en Belén la reunión de Obras de Misericordia de la Provincia “Nuestra Señora de los Dolores”. En dicha reunión participaron todas las hermanas que realizan apostolados en Obras de Misericordia en Tierra Santa junto a la Superiora Provincial, M. María del Cielo.
Participantes de la reunión de obras de misericordia en Tierra Santa
Rezamos por esta importante misión que tenemos como consagradas de asistir y consolar a los predilectos de nuestro Divino Esposo y para que sepamos siempre enseñar a nuestros enfermos el amor a la Cruz que tantos frutos de salvación produce en las almas, como también lo enseña nuestro Padre espiritual: “Han de fomentar que los enfermos ofrezcan su dolor en comunión con Cristo crucificado y glorificado para la salvación de todos y, más aún, que alimenten en ellos la conciencia de ser, con la palabra y con las obras, sujetos activos de pastoral a través del peculiar carisma de la cruz[2].
[1] San Juan Pablo II, Vita Consecrata, 83.
[2] Ibidem.
Profesión de votos perpetuos
“Ante todo, han de tener en cuenta los miembros de cada Instituto que por la profesión de los consejos evangélicos han respondido al llamamiento divino para que no sólo estén muertos al pecado, sino que, renunciando al mundo, vivan únicamente para Dios. En efecto, han dedicado su vida entera al divino servicio, lo que constituye una realidad, una especial consagración, que radica íntimamente en el bautismo y la realiza más plenamente”[1]. Por gracia de Dios en este último mes son tres las Servidoras que se han sumado a los miembros con votos perpetuos de nuestro Instituto, manifestando que quieren vivir para siempre castas, pobres, obedientes y siendo esclavas de María.
El día 16 de julio hicieron los votos perpetuos las hnas. Maria Birheng Dalisay y Maria ng Pagkabuhay del Monasterio “Patrocinio de San José, Custodio del Redentor y Protector de las Vírgenes” de Lipa, Filipinas. La Santa Misa fue presidida por el P. Miguel Soler, Superior Provincial del IVE en esa zona, y concelebrada por varios sacerdotes del IVE. Se celebró en la Parroquia “María, Mediadora de todas las gracias”, con la participación de familiares, amigos y miembros de la Tercera Orden. Los festejos posteriores, almuerzo y fogón, se hicieron en el Monasterio.
Madre M. Mater Compassionis, Superiora Provincial; hermanas M. ng Pagkabuhay y
M. Birheng Dalisay, y Madre Ina ng Awa
Por otra parte el pasado 24 de julio, en las vísperas de la fiesta de Santiago, el gran Apóstol evangelizador de España, tuvo lugar la ceremonia de profesión de votos perpetuos de la hermana Maria Mare de Déu Xiqueta en la Iglesia de “San Félix”, en la ciudad de Sabadell, Barcelona, España, de donde es oriunda nuestra hermana. La Santa Misa fue presidida por el P. José Vicchi, Superior Provincial del IVE, y concelebrada por los sacerdotes Xavier Farres, Parroco, Oriol Pallas, Carlos Bosch, Joan Costa, Domenec Mele y Xavier Freixa. Viajó desde Italia para la ocasión la M. María Virgen Blanca, Superiora Provincial de la hermana Xiqueta.
Hermana M. Mare de Déu Xiqueta y Madre M. Virgen Blanca, Superiora de la Provincia “Nuestra Señora de Loreto”
[1] Perfectae Caritatis, 5.
Crónica: Al vencedor le daré un nombre nuevo que nadie sabe, sino el que lo recibe (Ap 2, 17)
Por gracia de Dios, el 31 de mayo, 38 novicias de nuestro Instituto –27 apostólicas y 11 contemplativas– pudieron recibir el nuevo nombre de María en el Santuario de Nuestra Señora Aparecida.
Sabemos que el cambio de nombre tiene gran significado en toda la Sagrada Escritura, y que juntamente con ese cambio viene la misión que es confiada por Dios a aquel que recibe un nuevo nombre. Dice Mons. Straubinger que “el nombre no es una simple etiqueta, como hoy día suelen ponerse los nombres, sino la expresión de una idea que ha de realizarse en el portador del nombre. Así se explica que la nueva misión de Abrahán le acarrea un nuevo nombre. Abram, significa: Padre excelso; el nuevo nombre, Abrahán: ‘Padre de la muchedumbre’”[1].
El mismo Jesucristo cuando eligió a los apóstoles cambió el nombre de algunos, pero no de todos, sino solamente de aquellos a los que confió una misión especial, como por ejemplo a Simón-Pedro Jesús poniendo sus ojos en él, dijo: ‘Tú eres Simón, hijo de Juan: tú te llamarás Kefas’ –que se traduce: Pedro– (Jn 1, 42). Kefas en arameo significa roca y en griego Petros. “Cristo dio a San Pedro este nuevo y público nombre, fue cierta señal que en lo secreto del alma le infundía a él, más que a ninguno de sus compañeros, un don de firmeza no vencible (…) para sí y para otros muchos en él; quiero decir, para todos los que le son sucesores en su Silla apostólica (…) Quede esto por cierto: que todos los nombres que se ponen por orden de Dios, traen consigo significación de algún particular secreto que la cosa nombrada en sí tiene”[2].
Por eso, este nombre nuevo que recibimos adquiere un aspecto misterioso y al mismo tiempo profético porque no podemos entender todo lo que él significa desde el inicio, y más cuando no se refiere a algo, sino a alguien en concreto. Dice un autor que las profecías se tornan más claras a medida que se aproximan a su realización, del mismo modo un nombre puede ser comprendido más claramente en la medida que se va cumpliendo en la persona a quien fue atribuido. Existe “una relación muy íntima entre el nombre y la persona que lo lleva. Es como un equivalente de la personalidad, el carácter o la misión de la persona nombrada (…). Es como si el Señor hubiese dicho: ‘Sobre las Servidoras… escribiré el nombre de mi Madre. Porque su misión en la vida cambia radicalmente, al consagrarse a Mí totalmente’”[3].
Cuando recibimos este segundo nombre, recibimos también una misión. Un nombre nuevo señala un nuevo camino a recorrer, un imperativo de Dios a realizarse, una orden divina a cumplirse. Es ese el nombre que nos define en la mente de Dios, y por tanto, así debemos llegar a ser en la realidad. El nombre desvela parte del misterio de nuestra santificación, porque pone de manifiesto el plan de Dios sobre cada una de nosotras. Y por eso, el día del cambio de nombre nos es revelado el término final de nuestro Itinerarium Vitae. En este día, Dios nos revela cuál es el misterio de María que debemos reproducir en nuestra propia carne. De tal modo que si todas las Servidoras llegasen a realizar perfectamente los designios de Dios y alcanzasen la santidad, el canto de alabanza que elevarían con sus vidas a la gloria de los Cielos no sería otro que las letanías de Nuestra Señora.
Puede pasar que, al inicio, no se entienda o no se aprecie mucho el nuevo nombre, como sucedió con Sor Isabel de la Trinidad: “en su corazón, la joven soñaba recibir en el Carmelo el nombre de Isabel de Jesús. No sin sacrificio ella acepta el de Isabel de la Trinidad, que la Priora le propone en memoria de una Carmelita de Beaune”[4]. Ese nombre, que tiene una relación muy profunda con la vida de esa santa y con el plan de santidad que Dios tenía para ella, fue siendo comprendido de a poco. Decía ella: “todavía no les dije mi nombre en el Carmelo: María Isabel de la Trinidad. Creo que este nombre indica una vocación particular. (…) Soy Isabel de la Trinidad, es decir, Isabel que desaparece, que se pierde en los ‘Tres’ y por Ellos se deja invadir[5]”[6]. “Esta fiesta de los ‘Tres’ es bien la mía. Para mí no hay otra igual; yo todavía no comprendía vivamente el misterio y la vocación de mi nombre”[7]. Merece ser destacado lo que dice el Padre M. M. Philipon sobre el nombre de Santa Isabel de la Trinidad: “Este nombre nuevo es de la más alta importancia para el psicólogo u otro teólogo que desee certificar el desenvolvimiento supremo de la gracia bautismal en la Hna. Isabel de la Trinidad. Aquel ‘nombre personal’ por el cual el divino Pastor discierne y llama a cada una de las ovejas, permite descubrir el termino de predestinación de un alma. Tal nombre, de esto tenemos plena convicción, es el trazo más característico de la misión de la Hermana Isabel”[8].
Agradecemos a la Santísima Virgen el don de poder llevar su dulce nombre y le pedimos la gracia de poder realizarlo en nuestra propia vida para que no se diga de nosotras lo que se dice de Eva: “La antigua Eva, más que madre, madrastra, ya que dio a gustar a sus hijos la muerte antes que vieran la luz del día y aunque fue llamada madre de todos los que viven, no justificó este apelativo; María, en cambio, realizó plenamente su significado, ya que ella, como la Iglesia de la que es figura, es Madre de todos los que renacen a la vida. Es, pues, en efecto, Madre de aquella Vida por la que todos viven, pues al dar a luz esta Vida, regeneró, en cierto modo, a los que habían de vivir por ella”[9].
Madre M. da Expectação
[1] Mons. Straubinger, nota en Gn 17, 5.
[2] Fray Luis de León, De los nombres de Cristo, Libro I, cap. 3.
[3] C. M. Buela, Las Servidoras I (Segni – 2007) p. 25.
[4] Santa Isabel de la trinidad, Obras Completas, 2ª ed., Voces (Petrópolis – 1993), p. 20. [La traducción es nuestra]
[5] Carta a G. de G., 20 de agosto de 1903.
[6] M. Philipon, Doctrina espiritual de Isabel de la Trinidad (Rio de Janeiro – 1957), p. 74. [La traducción es nuestra]
[7] Carta a su hermana, junio de 1902.
[8] Ibidem, p. 110.
[9] San Guerrico Abad, Sermón 1 in Assumptione beatae Mariae, Sec. XII; Liturgia de las Horas, Oficio de Lecturas en la Memoria de Santa María en sábado. Disponible en: https://www.eltestigofiel.org/index.php?idu=lt_213&id_fecha=8-7-2017&idd=424&hora=2. Acceso el: 4 jun. 2021.
Homilía del P. José Vicchi, IVE, con ocasión de la profesión perpetua de la Hna. M. Mare de Deus Xiqueta
PARA QUÉ LA VIDA RELIGIOSA ¿ES ÚTIL?
[Exordio]
Celebramos las primeras vísperas de la solemnidad de Santiago Apóstol, patrono de España. En el evangelio (Mt 20, 20-28) escuchamos ese diálogo entre Jesús y los Boanerges (hijos del trueno), Santiago y Juan. Ellos querían seguir al Señor, pero querían ser los primeros, tener los primeros puestos, buscaban brillar. Y es así que el Señor a estos dos discípulos que querían gloria, les presenta el camino de la humildad y la cruz, querían brillar y los llama a ser luz del mundo: “¿podéis beber el cáliz que Yo he de beber?” (v. 22) ¿queréis imitar mi vida, queréis seguirme en el camino de la cruz, queréis acompañarme en la apasionante misión de salvar almas? “Possumus” – podemos, quiero ser tu discípulo, quiero entregar mi vida. Este diálogo sintetiza el misterio de toda vocación consagrada y sacerdotal.
En esta celebración la Hna. Mare de Dèu Xiqueta realizará sus votos perpetuos para rubricar su entrega definitiva al Señor. El Señor te ha mirado hermana, te ha elegido y tú debes responder también con generosidad y valentía: “quiero”, y es lo que harás hoy para toda la vida.
I
Para comprender mejor lo que realizará esta hermana nuestra, podríamos preguntarnos: ¿hacen falta en el mundo de hoy religiosos o personas que se entreguen a Dios y lo dejen todo para seguir a Jesucristo? Dicho de otra manera: ¿para qué un religioso, un consagrado?
Si lo miramos desde el punto de vista natural o del mundo, es decir, de lo útil o placentero, o económico, evidentemente que lo que va a hacer nuestra hermana es algo inútil. Porque en este mundo sólo cuenta aquello que se puede pesar o se puede medir, aquello que signifique ganar dinero o placer, entonces ciertamente que la vida religiosa y los mismos votos de la vida religiosa son algo inútil a los ojos humanos o mundanos. Porque, y es triste decirlo, el mundo no entiende la vida religiosa, no entiende la consagración a Dios porque no es útil[1]. ¿Quién le va a pagar a Xiqueta porque haga voto de castidad, pobreza y obediencia? Y, es más, no sólo no lo entiende, sino que se escandaliza, y para muchos es locura, porque no entienden las cosas de Dios y lo sobrenatural, como dice San Pablo, que el hombre carnal no entiende las cosas del espíritu.
II
Sin embargo, esto que desde el punto de vista del mundo que nos toca vivir –el punto de vista natural– es una cosa inútil, un desperdicio, desde el punto de vista de la fe –el punto de vista sobrenatural– será el único ámbito en el cual encuentra sentido a la consagración a Dios: es sabiduría a los ojos de Dios y locura ante el mundo.
Por eso la vida religiosa es algo útil y de gran utilidad[2]:
En primer lugar, es de gran utilidad para la misma persona que se consagra a Dios. Porque los votos nos apartan de las cosas materiales, de los placeres, nos ayudan a vencernos a nosotros mismos para unirnos a Dios. Pero, por encima de todo eso, el religioso se consagra para seguir más de cerca a Cristo. Porque Cristo fue virgen, porque Cristo fue pobre en Belén y pobre en la cruz, porque Cristo fue obediente hasta la muerte y muerte de cruz. Buscamos pasar por esta vida imitando al Verbo Encarnado. De hecho, es lo que vale la pena… “pues que esta vida, si no es para imitarle, no es buena”[3].
En segundo lugar, no solamente la vida religiosa, en concreto los votos, son útiles para la persona que los emite, sino que también son útiles para sus familias –con utilidad no económica sino sobrenatural, que es más importante que la económica–.
Decía San Luis Orione que «de las familias de los consagrados se salvan hasta la tercera y cuarta generación»[4]. Quizás Xiqueta no estará siempre cerca o junto a los suyos, pero ciertamente los va a tener en su corazón todos los días, de manera especial en la Santa Misa; y no estará a lo mejor aconsejando, diciendo esto o lo otro, pero rezará por ellos para que Dios, que es el mejor consejero, les ilumine para que sepan qué es lo que tienen que hacer y qué es lo que no tienen que hacer. Y esa ayuda de la oración de las personas consagradas es un bien inestimable para sus familias, porque la oración es siempre la fuerza del hombre y la debilidad de Dios.
En tercer lugar, son útiles con utilidad sobrenatural para sí mismos, para sus familias, (aunque la familia no entienda, algún día lo entenderán o lo entenderán en el cielo), y también útiles para el mundo. Así por ejemplo San Juan Pablo II decía que vivir la vida religiosa hoy, es decir, que personas hoy en día profesen sus votos perpetuos significa que “las personas que siguen los consejos evangélicos al mismo tiempo que buscan la propia santificación, proponen, por así decirlo, una «terapia espiritual» para la humanidad, puesto que rechazan la idolatría de las criaturas y hacen visible de algún modo al Dios viviente. La vida consagrada, especialmente en los momentos de dificultad, es una bendición para la vida humana y para la misma vida eclesial”[5]. Es el gran reto[6] o desafío de la vida religiosa hoy, dar testimonio ante un mundo pagano, olvidado de Dios, de lo trascendente… de Dios.
El religioso entonces, con su testimonio “¡está haciendo un bien enorme al mundo, porque le está enseñando al mundo muchas cosas!”[7].
III
¿Qué le enseña el religioso al mundo de hoy?
Primero con su castidad. Algo casi incomprensible en nuestro mundo. Frente a una “cultura hedonística que deslinda la sexualidad de cualquier norma moral objetiva, reduciéndola frecuentemente a mero juego y objeto de consumo, transigiendo, con la complicidad de los medios de comunicación social, con una especie de idolatría del instinto […] La respuesta de la vida consagrada consiste ante todo en la práctica gozosa de la castidad perfecta, como testimonio de la fuerza del amor de Dios en la fragilidad de la condición humana”[8]. El religioso posee un corazón indiviso y entregado totalmente a Dios.
Segundo con su pobreza. “El mundo de hoy está representado “por un materialismo ávido de poseer”[9]. Con su voto de pobreza el religioso enseña que Dios es la única riqueza verdadera del hombre[10]. Viviendo totalmente abandonado en Dios. Por eso Nuestro Señor llamaba a la pobreza voluntaria: Ve, vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres y tendrás un tesoro en el cielo; y después ven y sígueme (Mt 19,21). Y el que a causa de mi Nombre deje casa, hermanos o hermanas, padre, madre, hijos o campos, recibirá cien veces más y obtendrá como herencia la Vida eterna (Mt 19, 29).
Tercero con la obediencia. El mundo actual exalta la libertad de un modo desordenado. Concepciones de libertad desligada de toda verdad y de toda norma moral[11] (“soy libre de hacer lo que quiera”). “Una respuesta eficaz a esta situación es la obediencia que caracteriza la vida consagrada”, por la cual el religioso libremente renuncia a la voluntad propia y está dispuesto a sujetarse a la voluntad del superior. Testimonia que “no hay contradicción entre obediencia y libertad”[12] (la obediencia no anula la libertad). El religioso con su voto de obediencia se somete a la voluntad de Dios por medio de sus superiores legítimos, y hace presente de modo particularmente vivo la obediencia de Cristo al Padre[13].
[Peroratio]
Esta es entonces la respuesta y enseñanza que da el religioso al mundo actual, viviendo sus votos, convirtiéndose para el mundo en “terapia espiritual”, recordándole lo fundamental: Dios, la trascendencia de Dios. Y es justamente el modo de transformar y evangelizar las culturas, viviendo de modo auténtico nuestra consagración.
Como vemos entonces, la vida religiosa no sólo es útil, sino NECESARIA al mundo actual y a la Iglesia.
Aquel diálogo sucedido hace dos mil años entre Jesucristo y dos de sus apóstoles (entre ellos Santiago), el Señor lo sigue haciendo a lo largo de la historia, incluso hoy. A tantas personas, a tantos jóvenes el Señor los mira a los ojos y les pregunta: ¿podéis beber el cáliz que yo he de beber, podéis acompañarme en esta apasionante misión de salvar almas, quieres con tu vida y tu entrega ser un testimonio ante el mundo de lo sobrenatural? Y qué le diremos al Señor… Sí, podemos… con la gracia de Dios podemos. Así lo hará nuestra hermana en pocos minutos.
Pidamos a la Virgen, a quien también hoy se entregará de modo definitivo la Hna. Xiqueta, por su perseverancia, santidad, por los frutos de su apostolado.
[1] Cf. P. Buela, La vida religiosa: ¿útil o inútil? [http://www.padrebuela.org/la-vida-religiosa-util-o-inutil/].
[2] Ibidem.
[3] San Juan de la Cruz, carta 25, De Madrid y julio 6 de 1591.
[4] También lo decía San Juan Bosco; cfr. Biografía y Escritos (Madrid 21967) 320.
[5] San Juan Pablo II, Vita Consecrata, 87.
[6] Ibidem, 87-91.
[7] P. Buela, La vida religiosa: ¿útil o inútil? [http://www.padrebuela.org/la-vida-religiosa-util-o-inutil/].
[8] San Juan Pablo II, Vita Consecrata, 88.
[9] Ibidem, 90.
[10] Cf. Ibidem.
[11] Cf. Ibidem, 91; op. cit. Veritatis Splendor, 31-35.
[12] San Juan Pablo II, Vita Consecrata, 91.
[13] Cf. Ibidem.