En la Solemnidad de San José tuvimos la gracia, este año, de recibir en el seno del Instituto, como miembros de votos perpetuos, a diecisiete religiosas que manifestaron “el deseo explícito de una total conformación con Cristo, Verbo Encarnado”[1].
En Brasil, el sábado 18 de marzo, cuatro Servidoras realizaron sus votos perpetuos; dos de ellas se encuentran trabajando en la Provincia de Brasil, mientras que las otras dos hermanas vinieron desde sus respectivas misiones para hacer sus votos en su tierra natal, junto a sus familiares y amigos: Hermanas Maria Coroada de Estrelas Teles, Maria Reffugium Peccatorum Custódio da Silva, Maria da Penha Lira de Alicrim (misionera en Rusia) y Maria do Santo Sacrifício Araujo Santos (misionera en Papúa Nueva Guinea).
También el 18 de marzo, en México, en la Iglesia de San Felipe de Jesús de la ciudad de Mérida, donde una comunidad de Servidoras atiende el Hogar Sacerdotal de la Diócesis, la Hermana María Blanca Azucena González Corona, miembro de dicha comunidad, realizó los votos perpetuos en una Santa Misa presidida por el Señor Arzobispo, Mons. Gustavo Rodríguez Vega.
El 20 de marzo, día en que este año se celebró litúrgicamente a San José, en Argentina fueron diez las Servidoras que profesaron los votos perpetuos, en la Catedral de San Rafael, con la presencia de la M. María Corredentora, Superiora General, de la Superiora Provincial, M. María del Cenáculo y de una gran cantidad de religiosos, miembros de la Tercera Orden y familiares y amigos de las nuevas profesas. Algunas de ellas se encuentran misionando en otros países y vinieron a Argentina para hacer los votos perpetuos. Las neo profesas son: María del Buen Dios Diez, María Lirio Angelical Muñoz, María Salus Infirmorum Lozano, María Virgo Mater Carrazco, María Riparatrice Muñoz, María Splendor Christi López, María Filia Patris Lizárraga (misionera en Egipto), María Ad Crucem Domini Folz (misionera en Egipto), María de la Cruz Redentora Santillán (misionera en Chile), y María del Siervo Sufriente Bulacio (misionera en Italia).
También el 20 de marzo, en la Iglesia de Santiago Apóstol en Tiabaya, Arequipa, Perú, dos Servidoras realizaron su profesión perpetua; las hermanas María Consolationis Hanco Chuchullo y María Clementísima Pérez Huisacayna. La misa fue presidida por el Padre Esteban Cantisani, Superior Provincial del Instituto del Verbo Encarnado en Perú. En la homilía, el Padre habló sobre cómo debe ser la consagración de una Servidora del Señor y la Virgen de Matará y la importancia de llevar el nombre de María. Se vivió un ambiente sumamente familiar en compañía de muchos de los miembros de la Familia Religiosa, así como de amigos y bienhechores.
[1]Constituciones, 257.