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Votos perpetuos de las Servidoras

“¡Cuánto podéis hacer hoy por la Iglesia y por la humanidad! Ellas esperan vuestra generosa entrega, la dedicación de vuestro corazón libre, que alargue insospechadamente sus potencialidades de amor en un mundo que está perdiendo la capacidad de altruismo, de amor sacrificado y desinteresado. Recordaos, en efecto, que sois místicas esposas de Cristo y de Cristo crucificado (2 Co 4, 5)”[1]. Estas profundas palabras del Padre espiritual de nuestra Familia Religiosa nos alientan a entregarnos sin reservas a nuestro Esposo por el bien de la Iglesia. Expresión clara de esta entrega es el hecho de profesar los votos perpetuos de pobreza, castidad y obediencia.

El 7 de junio la hermana Mary Temple of the Holy Spirit, nuestra primera vocación de Guyana, profesó sus votos perpetuos en la catedral católica de Georgetown, Guyana. Damos gracias a Dios por este don inmenso de su Bondad, implorando para nuestra hermana la gracia de perseverar hasta el fin en su propósito de seguir más de cerca a Cristo pobre, casto y obediente.

Votos Perpetuos Hna. Mary Temple of the Holy Spirit

Hna. Mary Temple of the Holy Spirit


[1]San Juan Pablo II, Discurso a las religiosas de México (27 de enero de 1979).