La belleza de la vida consagrada.

A la Hna. Mariam Farah Al Masih, SSVM,

primera Servidora jordana, que el 1 de octubre de 2010 hará votos perpetuos,

en Mádaba (Jordania).

                Quiero hacer un sermón con ocasión de los votos perpetuos de varias Servidoras del Señor y de la Virgen de Matará utilizando las antífonas, responsorios, etc. del común de vírgenes de la Liturgia de las Horas[1]. Ciertamente que se aplican directamente a las Beatas y Santas vírgenes así declaradas por la Iglesia, pero, indirectamente, se pueden aplicar análogamente a todas aquellas que ahora, aquí en la tierra, se quieren disponer para alcanzar el cielo.

1. Hay una llamada y hay una respuesta:

                ¿Por qué decimos ‘hay’, en tiempo presente, y no decimos ‘hubo’, en tiempo pasado? Porque la llamada de Dios a una vocación determinada ocurre en el tiempo de Dios, que es un instante eterno. Nos llamó antes de que existiésemos: «Aquel que me separó desde el seno de mi madre»(Ga 1, 15). Nos llamó incluso antes de la creación del mundo: «Dios os ha escogido desde el principio» (2 Te 2, 13). ¡Nos llamó desde que Dios es Dios y nos llamó para siempre!: «los dones y la vocación de Dios son irrevocables»(Ro 11, 29).

Por eso dice:

                *Venid, hijas, contemplad al Señor y quedaréis radiantes[2]. Las llama, a contemplar al Señor viviendo muy unidas a Él y a ser radiantes, o sea, brillantes, resplandecientes; las llama a que sientan y manifiesten una alegría muy grande.

                *Ahora te seguimos de todo corazón, te respetamos y buscamos tu rostro; Señor, no nos defraudes[3]. La gran tarea a la que es llamada la religiosa es a buscar el rostro del Señor, es decir, su Persona y entablar espirituales relaciones esponsales con Él.

                *Oigo en mi corazón: buscad mi rostro. Tu rostro buscaré, Señor[4]. Es lo que escucha en lo más profundo de su corazón y es lo que promete buscar siempre.

2. Llamada, ¿A qué cosa?

a. A desposarse con  Cristo. 

                *Prendado está el rey de tu belleza, obra de sus manos; Él es tu Dios y tu rey. Tu rey es al mismo tiempo tu esposo[5]. Cada religiosa es obra de las manos de Dios que las hace espiritualmente bellas. De ahí que sea al mismo tiempo rey y Esposo.

                *Alegraos, vírgenes de Cristo, y gozad de vuestro desposorio divino que no tendrá fin[6]. Las llama el Señor a que sean en la Alianza nueva y eterna, sus desposadas.

                *Venid, adoremos al Cordero, al Esposo acompañado por el cortejo de vírgenes[7]. Acompañarán siempre al Cordero.

                *Virgen ilustre, sensata, prudente en tu decisión, tienes como esposo del alma al Verbo inmaculado[8]. Por su libre y señorial consagración son ilustres, sensatas y prudentes, que tienen como esposo del alma al Verbo inmaculado.

                *Quiero ser solamente tuya, oh Cristo esposo, a ti vengo con mi lámpara encendida[9]. Esposas de un solo esposo, siempre atentas a su llegada.

b. A servir al Esposo-Rey y a reinar con Él.

                *Sosténme, Señor, con tu promesa y viviré, que no quede frustrada mi esperanza[10]. Su único sostén será la promesa del Señor que nunca falla.

                *Has tomado por Esposo al rey y Dios; él te ha dotado, él te ha engalanado, te ha redimido, te ha santificado[11]. El Esposo, rey y Dios, la ha colmado de dones, vestido de gala, redimido y santificado.

                *¡Qué hermosa eres, virgen de Cristo! Tú que has merecido recibir la corona del Señor, la corona de la virginidad perpetua[12]. Hermosas son las vírgenes de Cristo, porque entre esposa y Esposo hay semejanza, y Él las corona en la tierra y en el cielo.

c. A dejarlo todo por el Esposo del Alma.

                *Por amor a mi Señor Jesucristo, tuve en nada los bienes de este mundo y del tiempo presente[13]. Amar a Jesucristo es no atarse a nada fuera de Él. «Amar es despojarse por Dios de todo lo que no es Dios»[14].

                *Mi alma se siente firme, está cimentada en Cristo, el Señor[15]. El alma está muy segura estando unida a Aquél que ha vencido al mundo.

                *Se consume mi corazón por Dios, mi herencia eterna[16]El rey y esposo, es nada menos que la herencia eterna.

d. A victimarse con el Esposo-Víctima.

                *Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios[17]. Dichosos, sí, muy dichosos los que dominan su corazón.

                *Mirad, la virgen esforzada sigue ya al Cordero que fue crucificado por nosotros; también ella, como el Señor, ha sido víctima pura, una hostia inmaculada[18]No puede ser que el Esposo esté en la cruz y la esposa ande entre almohadones.

                *Dichosa la virgen prudente que, negándose a sí misma y cargando con la cruz, imitó al Señor, esposo de las vírgenes…[19]La virgen que se niega a sí misma y carga con su cruz cada día es invencible.

e. A proclamar las maravillas del Esposo.

                *Libremente confieso a Cristo; de Cristo está sedienta mi alma; deseo estar por siempre con Cristo[20]. Cristo siempre y sólo Cristo.

                *Para mí lo bueno es estar junto a Dios, y hacer del Señor mi refugio[21]. No hay mejor defensa que el Señor.

                *Vírgenes del Señor, bendecid al Señor; el que sembró en vosotras el deseo de la virginidad ha coronado ya su obra[22]. Las vírgenes son obra del Señor y Él desea coronar su obra.

                *¡Qué hermosa y resplandeciente es la generación casta![23]. Muy hermosa es quien sigue a «la belleza infinita»[24], que es Dios.

3. ¿Cuál es su término?

                *Al llegar el esposo la virgen prudente entró con la lámpara encendida al banquete de bodas de su Señor[25]. Es celebrar siempre las bodas.

                *Vírgenes prudentes, preparad vuestras lámparas: Mirad, el Esposo viene, salid a su encuentro[26]. Siempre están atentas a lo que quiere el divino Esposo.

                *Ésta es la virgen prudente que, unida a Cristo, resplandece como sol en el reino celestial[27]. Cada una es como el sol, merecería llevar la rayera del sol como la Virgen de Luján.

                *Vírgenes del Señor, bendecid al Señor eternamente[28]. El culto de latría será su métier por siempre.

                *Que los santos se alegren en la gloria pues [las vírgenes] han conseguido una brillante victoria sobre la carne y la sangre[29]Si los santos se alegran de su triunfo, ¡cuánto más nosotros, que somos pecadores!

                *Llevan ante el rey al séquito de vírgenes, las traen entre alegrías[30]La alegría es siempre la mejor definición de las vírgenes. Nada ni nadie podrá separarla del amor a Cristo.

                *Ven, esposa de Cristo, recibe la corona eterna que el Señor te trae preparada[31]Si ahora están alegres, ¡lo que será el día de la entrada en la gloria!

                *Venid adoremos al Señor, rey de las vírgenes[32]. ¡Adoremos todos al Señor que es el rey de ésta y de todas las vírgenes!

                ¡La Virgen de las Vírgenes y Reina de las Vírgenes sea siempre vuestra inspiración!


[1]  Señaladas con un *.

[2]  1ª antífona de la Salmodia de las I Vísperas.

[3]  2ª antífona de la Salmodia de las I Vísperas.

[4]  Responsorio breve.

[5]  Responsorio Primera Lectura.

[6]  3ª antífona de la Salmodia de las I Vísperas.

[7]  Antífona del Invitatorio.

[8]  1ª antífona de la Salmodia del Oficio de lectura.

[9]  Antífona de las II Vísperas

[10]  Antífona de Sexta.

[11]  Responsorio.

[12]  Idem.

[13]  2ª antífona de la Salmodia del Oficio de lectura.

[14]  San Juan de la Cruz, Subida, II, 5,7.

[15]  3ª antífona de II Vísperas.

[16] Responsorio Segunda Lectura.

[17]  2ª antífona de II Vísperas.

[18]  1ª antífona del Cántico Evangélico.

[19]  Cántico Evangélico, …

[20]  1ª antífona de Laudes.

[21]  Antífona de Tercia.

[22]  2ª antífona de Laudes.

[23]  Antífona de Nona.

[24]  Santa Teresa de los Andes, Obras Completas, Burgos 1995, Carta 101.

[25]  2ª antífona del Cántico Evangélico, de I Vísperas.

[26]  3ª antífona del Cántico Evangélico, de I Vísperas.

[27]  Cántico Evangélico de Laudes.

[28]  Cántico Evangélico de Laudes.

[29]  3ª antífona de Laudes.

[30]  Responsorio breve de II Vísperas.

[31]  Antífona del Cántico Evangélico de II Vísperas.

[32]  Antífona del Invitatorio.

La belleza de la vida consagrada.Servidoras

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