Roma, marzo de 2023
Solemnidad de San José – 35 º Aniversario de fundación de las Servidoras
El 19 de marzo, nuestro querido Instituto “Servidoras del Señor y de la Virgen de Matará” cumplió 35 años de fundación. En efecto, en aquel 19 de marzo de 1988, impulsadas por un inmenso deseo de seguir más de cerca las huellas que el Verbo Encarnado trazó en su paso por esta tierra, un grupo de valientes mujeres dejaron todo para dedicarse a la salvación de las almas de un modo exclusivo con un determinado espíritu, respondiendo de este modo al carisma recibido por nuestro Fundador y proponiéndose como fin específico el actual desafío de evangelizar las culturas.
En este día queremos dar gracias a Dios, de un modo particular, por la fidelidad de quienes han respondido con tanta generosidad a este llamado y a tantas personas que colaboraron para que se pudiese concretar este deseo, que entendemos que no es otro que el deseo del Corazón de Cristo. Pero principalmente queremos agradecer al Autor de todo bien por habernos concedido tantas gracias y bendiciones que a lo largo de estos años todos hemos podido experimentar y de un modo particular por la protección especialísima con la que nuestro Santo Patrono cuida a las esposas de su Hijo que quieren vivir con fidelidad y entrega su propia consagración, que es por otra parte otro don inmenso de Dios.
Este año la Solemnidad de San José se celebró el 20 de marzo, y en el día en que honramos a nuestro Santo Patrono tuvimos, por lo tanto, las celebraciones de acción de gracias. La acción de gracias por excelencia, que es la Santa Misa, tuvo lugar en la catedral de Segni y contó con la presidencia de S.E.R. Mons. Stefano Russo, obispo diocesano y concelebraron numerosos sacerdotes, la mayoría de los cuales miembros del Instituto del Verbo Encarnado, de nuestra misma Familia Religiosa.
Luego de la Santa Misa tuvieron lugar los correspondientes festejos, en donde en un clima de verdadera familia, nos reunimos todos los presentes, contando con la presencia de un nutrido grupo de la Tercera Orden de Segni con quienes hemos vivido en el pasado tiempos de especial alegría, cuando Mons. Erba recibió en su diócesis de Velletri-Segni a nuestros Institutos en orden a la aprobación diocesana.
Damos gracias a Dios por su Bondad y pedimos que todas las Servidoras tengan presentes en sus oraciones a nuestros bienhechores, especialmente a quienes desinteresadamente dieron todo de sí para que pudiésemos crecer y ser una Familia Religiosa que dé frutos dentro de la Iglesia Católica.
Bodas de plata de un grupo de Servidoras
Otro motivo de inmensa gratitud es el don de la perseverancia que Dios ha concedido a tantas hermanas que día a día renuevan su entrega total a Él a través de la práctica de los votos de pobreza, castidad y obediencia, siguiendo el ejemplo concreto de vida que nuestro Señor eligió al venir a esta tierra para salvarnos. Hoy queremos recordar, de un modo particular, a aquellas Servidoras que cumplieron sus Bodas de Plata de primeros votos:
- † María de July (peruana)
- Maria Agnese della Croce Furlán (argentina)
- Maria Aparecida de Oliveira (brasilera)
- Maria Auxilium Christianorum Rodríguez Galindo (peruana)
- Maria Cor Jesu Rios Ramírez (argentina)
- María de Cristo Rey Juárez (argentina)
- María de Esterhàzy Concha (argentina)
- María de Foy Colina (argentina)
- María de Genesareth Moreyra (argentina)
- María de la Pasión de Jesús Espejo Lagone (argentina)
- María de Pentecostés Hemmingsen (argentina)
- María del Domund Corrales Urzagasti (argentina)
- María del Líbano Vicchi (argentina)
- María del Niño Jesús Martínez (argentina)
- Maria do Divino Pranto de Souza (brasilera)
- Maria Laudis Gloriae de Souza (brasilera)
- Maria Mater Dolorosa Lescano (argentina)
- Maria Regina Pacis Cáceres (argentina)
- Marie de Bonne Nouvelle Chambe Paz (argentina)
- Marie Sourire de Lisieux Echeverría (argentina)
- Miryam Kallat Masiah Mancilla Orellana (chilena)
De izquierda a derecha: M. María Virgen Blanca, Maria do Divino Pranto, Maria Mater Dolorosa, M. Maria Regina Pacis, María Corredentora y Marie de Bonne Nouvelle en el Monasterio “Madonna Santissima delle Grazie”, Velletri, Italia
De izquierda a derecha, María de Cafarnaúm, |
Maria Auxilium Christianorum, en Perú |
M. María del Niño Jesús junto a las hermanas del Noviciado contemplativo de Argentina
Maria Cor Jesu, misionera en Tanzania |
María de Pentecostés, misionera en Islandia |
María de Genesareth, misionera en Tierra Santa |
María de Foy, misionera en México |
Maria Aparecida en Brasil |
Maria Laudis Gloriae, misionera en Siria |
Aniversarios de las Servidoras
El día 17 de febrero la comunidad del Aspirantado “Beata Laura Vicuña” de Argentina cumplió 30 años de fundación. Las aspirantes festejaron ese día con la Santa Misa en la parroquia de “Cristo Rey” del Nihuil, presidida por el P. Gabriel Zapata, y luego tuvieron un almuerzo festivo. Por tratarse de los 30 años, van a tener un gran festejo el 3 de septiembre, día en que se conmemora la beatificación de su patrona, donde participarán también los bienhechores, familiares, y la Familia Religiosa presente en San Rafael.
Aspirantes junto a la M. María Praesidium (en el centro) y a su bedel, María del Cristo Triunfante,
en la Iglesia del Nihuil
El 21 de febrero la comunidad “Beata María Antonia de la Paz y Figueroa (Beata Antula)” cumplió 5 años de fundación. Las hermanas están a cargo del Colegio “Isabel La Católica” de Villa Mercedes, y festejarán su aniversario el 12 de mayo, día en que colocarán la piedra fundamental de la nueva construcción del Colegio.
Aspirantes junto a la M. María Praesidium (en el centro) y a su bedel, María del Cristo Triunfante,
en la Iglesia del Nihuil
El 1 de marzo las hermanas de la comunidad “Sierva de Dios María de Lourdes del Santísimo Sacramento” de Venado Tuerto (Santa Fe, Argentina) festejaron los 15 años de la presencia de las Servidoras en Venado Tuerto. Tuvieron la Santa Misa de acción de gracias en la catedral y luego festejaron junto a las hermanas de la comunidad de Rosario de Santa Fe que se hicieron presentes para la ocasión. El sábado 4 de marzo festejaron nuevamente, con la Santa Misa en la capilla “Jesús Misericordioso”, donde viven las hermanas y hacen apostolado y la ceremonia fue presidida por el P. Santos de la Congregación de los Corazonistas. Luego tuvieron un ágape con todos los fieles de la capilla.
El apostolado principal de la comunidad es la asistencia pastoral en la capilla “Jesús Misericordioso”, atendiendo la liturgia y la sacristía. También ayudan en la catequesis de niños y adultos, en la Adoración continua que se realiza todos los días jueves, en la visita de casas. Todos los sábados tienen el Oratorio de niños y también colaboran en el Taller de apoyo escolar que se realiza en las aulas de la capilla. Cada primer sábado de mes realizan una procesión en honor a la Santísima Virgen María por las calles del barrio en compañía de los fieles. Cada semana participan en las actividades de “Caritas”, y una vez al mes visitan la cárcel de mujeres de Melincué, junto a un grupo de fieles laicos y sacerdotes de la diócesis.
¡Damos gracias a Dios por estos años de misión y a todas las religiosas que pasaron por este hermoso lugar!
De izquierda a derecha: Maria delle Grazie, M. María de Arani y |
El 19 de marzo dos comunidades cumplieron aniversario de fundación: El noviciado “San José” de Argentina, que celebró los 35 años uniéndose a los festejos del aniversario del Instituto, que tuvieron lugar el día 20 de marzo, y la comunidad “Nuestra Señora de Sheshán” de Hong Kong, que cumplió 15 años de fundación.
De izquierda a derecha: Maria Jerosolimitana, María Tian Zhu Juan Gu Zhi Mu, María Mae da Igreja y María Shandao zhi Mu
El 25 de marzo, Solemnidad de la Anunciación del Señor, se cumplieron 5 años de fundación de la comunidad “Santa Theodore Guerin” en Mankato, Estados Unidos. Las hermanas de esta comunidad tienen como apostolado principal la asistencia del Seminario Menor “San José Sánchez del Río”, colaborando en la formación intelectual de los menores y de la escuela, y también ayudan en la parroquia del IVE “Santos Pedro y Pablo”, dando catequesis, visitando a los ancianos, participando de las reuniones con la Tercera Orden, ayudando en la organización de los Ejercicios Espirituales.
Todos los años, festejan su aniversario de fundación el mismo día de San José. Y este año en particular, las hermanas invitaron a todas las mujeres de la parroquia (mamás, abuelas, niñas) y se reunieron el 19 en la tarde para las pizzas y la eutrapelia y luego cantaron Maitines. Al día siguiente tuvieron la Misa solemne, presidida por el P. Andrew Whiting (párroco y capellán de la comunidad), y en la cual las hermanas ofrecieron una reliquia de la silla de San José en agradecimiento por todas las gracias recibidas durante estos años. Luego tuvieron una cena festiva junto a numerosas familias. Allí presentaron una obrita con marionetas sobre el milagro de la silla San José, y explicaron la devoción particular de las Servidoras al Santo Patriarca.
Izquierda a derecha: M. Mary Mother of Faith, Maria Hagia Sophia, Mary Strength of Martyrs
Votos perpetuos y primeros votos de las Servidoras
El sábado 4 de marzo, las hermanas chilenas María Virgen Misericordiosa (contemplativa en Génova) y María Aurora de Esperanza (misionera en Escocia), ambas oriundas de Chile, realizaron sus votos perpetuos en su país natal. La ceremonia tuvo lugar en la catedral de San Bernardo, presidida por el obispo, S.E.R. Mons. Juan Ignacio González, y concelebrada por 9 sacerdotes.
María Aurora de Esperanza (adelante) y |
Ecuador
El 18 de marzo, en Guayaquil, tuvo lugar la ceremonia de votos perpetuos de la hermana María Puerta del Cielo (contemplativa). La Santa Misa fue presidida por el P. Juan Alcaraz en la parroquia “Sagrado Corazón de Jesús”.
M. María de la Ascensión de Jesús, superiora provincial, junto a la neoprofesa
Brasil
El 19 de marzo, las hermanas brasileras, misioneras en distintos países, se reunieron en Brasil para profesar perpetuamente los votos religiosos. La ceremonia tuvo lugar en la capilla “Inmaculado Corazón” de la casa de formación en San Pablo y fue presidida por el obispo, S.E.R. Mons. José Negri.
De izquierda a derecha, desde arriba: 3ra fila: Maria Mater Unionis, Maria das Dores, M. Maria Divina Graça (superiora provincial), Maria Mãe Misericordiosa, Maria Fonte de Pureza y Maria Soberana Senhora; 2da fila: Maria Domus Verbi, Maria da Consolação; 1ra fila: Maria Virgem do Sorriso y Maria Virgem Solicita
Perú
También en Perú hubo ceremonias de votos perpetuos. El día 19 de marzo profesó la hermana María Madre de Guayaquil, en el monasterio “Santa Isabel de la Trinidad”. La Santa Misa fue presidida por el P. Raúl Harriague y concelebrada por los padres Germán García y Gonzalo Ibarra.
Al día siguiente, 20 de marzo, profesaron las hermanas María Caeleste Sacrarium (misionera en Perú) y María Virgo Gaudiosa (del monasterio de Granada, España). La Santa Misa fue en la Iglesia de la “Compañía de Jesús”. Presidió el P. Harriague y concelebraron varios sacerdotes del IVE y algunos sacerdotes diocesanos que conocían a las hermanas.
María Madre de Guayaquil
De izquierda a derecha: María Caeleste Sacrarium y María Virgo Gaudiosa
Filipinas
El 20 de marzo, en la Solemnidad de San José, las hermanas Maria Omnipotentia Supplex y Maria Xinde Zhi Mu hicieron sus votos perpetuos en la catedral de Lipa, Batangas. La Santa Misa fuel presidida por el P. Miguel Soler, superior provincial, y concelebrada por otros sacerdotes del IVE.
Neo profesas durante la ceremonia
Argentina
El mismo día, en Argentina, profesó una hermana de Paraguay, María Gema del Cielo y dos hermanas argentinas: María Madre de la Confianza y María del Niño de Belén. La ceremonia tuvo lugar en la parroquia “Nuestra Señora de los Dolores”, presidida por el P. Emilio Rossi y los festejos se realizaron en el Estudiantado “Santa Catalina de Siena”, allí festejaron también los 35 años de fundación de la Servidoras.
De izquierda a derecha: María Gema del Cielo, María Madre de la Confianza y
María del Niño de Belén
Tanzania
El 21 de marzo, en Tanzania, la Hermana Maria Hazina ya Mungu Charles (María Tesoro de Dios) realizó su primera profesión de votos. La Misa fue en la Iglesia “Nuestra Señora de Luján” de la casa de formación de Ushetu, Tanzania, celebrada por el obispo de la diócesis de Kahama, S.E.R. Mons. Cristopher Ndizeye.
De izquierda a derecha: M. Marie Protectrice de la Foi, Maria Hazina ya Mungu, María Cor Iesu, M. Mary Our Lady of the Blessed Sacrament
Homilía del P. Alberto Barattero, IVE, con ocasión de la celebración de la Solemnidad de San José en la Provincia “Inmaculada Concepción”
San José, guardián de la virginidad de María
Cuenta una leyenda judía que una vez un hombre encontró un hermoso tesoro y quiso quedárselo. Temía perderlo o estropearlo. Así que empezó a pedir consejo a diferentes personas sobre cómo podía conservarlo para poder admirarlo siempre que quisiera. Alguien le dijo: deberías esconderlo en tu casa para que, cuando quieras contemplarlo, puedas destaparlo y verlo. Él pensó: sí, es una buena idea, pero alguien podría verme cuando lo destapo y robarlo. Así que quizá no sea lo mejor.
Otro le dijo: “deberías cavar un agujero en el jardín de tu casa y enterrarlo”. Él pensó: sí, es una buena idea, pero la humedad del suelo podría estropearlo. “Deberías depositarlo en el banco, ahí estará seguro”, le sugirió otro. Él pensó: sí, es una buena idea, pero entonces no podré verlo siempre que quiera y además lo invertirán y puedo perderlo.
Una cuarta persona le dijo: “ve con los sacerdotes y deposítalo en el altar de Dios. Si Dios les confía sus tesoros, es decir, sus sagrados misterios a ellos, entonces no debe haber mejor lugar en la tierra para guardar tu tesoro que ese”. Finalmente encontró la respuesta que quería. Porque los judíos tenían la sana tradición de llevar sus cosas valiosas al templo de Dios. De hecho, leemos en la historia sagrada que el Templo de Jerusalén era el lugar de los depósitos del pueblo judío.
Sin embargo, Dios quiso guardar su tesoro más sagrado en un Templo más sagrado que el Templo de Jerusalén y en manos de una persona más santa que las de los sacerdotes: ese templo era la casa de San José y esa persona fue San José. Dice Bossuet: “su casa me parece un templo, porque un Dios se digna habitar en ella, instalándose Él mismo allí en depósito, y José debió ser consagrado para guardar ese sagrado tesoro. En efecto, él lo fue, cristianos: su cuerpo lo fue por la continencia y su alma por todos los dones de la gracia”.
¿Cuál es ese tesoro? Hubo más de un tesoro que Dios depositó en las manos de San José. Sin embargo, quisiera referirme en este sermón a uno sólo de ellos; tal vez en otra ocasión hable de los demás. Uno de los tesoros sagrados que Dios depositó en las manos sagradas de San José es la virginidad de la Virgen María.
Para comprender mejor cuánto honra Dios al gran San José, depositando en sus manos la virginidad de María, debemos saber ante todo cuanto ama Dios esta virginidad y cuán útil es esta virginidad para nosotros los hombres; y así por la calidad del depósito podremos entender la dignidad del depositario.
¿Por qué Jesús debió nacer por medio de la virginidad? Según los Padres de la Iglesia la virginidad es una imitación de los ángeles, ya que coloca a quienes la practican por encima de sus cuerpos, elevándolos a la pureza de los ángeles.
Por ejemplo, San Agustín dice: “tienen algo en su carne que ya no es de la carne”[1]. Es decir, la virginidad es algo que está entre la carne y el espíritu y acerca el cuerpo a las realidades espirituales. Por eso la virginidad anticipó el misterio de la Encarnación, ya que la Encarnación fue la unión entre Dios y la humanidad, la Divinidad con la carne.
San Gregorio de Nisa: “El Hijo es conocido en la virginidad… a fin de que la naturaleza humana, que fue derribada por su condición pasional, agarrándose ahora a la participación en la pureza – como a una mano tendida – sea levantada de nuevo y sea conducida a mirar a las cosas de arriba. Pienso que la razón por la que Nuestro Señor Jesucristo, fuente de la incorrupción, no vino a este mundo a través de la obra de un matrimonio, es ésta… para mostrar que sólo la pureza es capaz de acoger la manifestación y venida de Dios”[2].
Creo que queda clara la verdad que acabo de decir: la dignidad de María, en cuanto que su virginidad bendita fue elegida desde la eternidad para dar a Jesucristo al mundo; y la dignidad de San José, en cuanto que esta pureza de María, tan útil a nuestra naturaleza, ha sido confiada a su cuidado, y es él quien la guarda para el mundo que tanto la necesitaba.
Esta es una verdad importante, puesto que ha sucedido por nosotros. Esta verdad debe hacernos comprender lo importante que es la pureza, ya que nuestro cuerpo fue restaurado por estas virginidades sagradas (la virginidad de Jesús, la virginidad de María Santísima y la virginidad de San José). Debemos respetar nuestros cuerpos ya que son miembros de Jesús.
Tertuliano dice: “Que la carne se haya divertido o más bien que se haya corrompido antes de haber sido buscada por su señor; no era digna del don de la salvación, ni apta para la jerarquía de la santidad. Estaba aún en Adán, tiranizada por sus deseos, buscando las bellezas engañosas, y fijando siempre sus ojos a la tierra. Era impura y manchada, al no estar todavía lavada por el bautismo. Pero desde que un Dios al hacerse hombre no quiso venir a este mundo si la santa virginidad no lo atraía; desde que encontrando bajo sí mismo la santidad nupcial, quiso tener una Madre virgen, y no creyó que José fuese digno de velar por su vida, si no se preparaba para eso por la continencia; desde que para lavar nuestra carne, su sangre ha santificado un agua saludable, en la cual puede dejar toda la inmundicia de su primer nacimiento: fieles, debemos entender, que desde ese tiempo la carne es distinta. Ya no es más esta carne hecha del barro y concebida por las pasiones; es una carne rehecha y renovada por un agua purísima y por el Espíritu Santo”[3].
Pidamos a Nuestra Santísima Madre la gracia de venerar su Santísima virginidad y la Santísima virginidad de su amadísimo Hijo por medio de nuestra pureza de cuerpo y de corazón, como San José las veneró por medio de su sagrada virginidad.
[1] San Agustín, De Sancta Virginit, nº 12.
[2] San Gregorio de Nisa, Sobre la virginidad, c. 2.
[3] Cf. Sobre la modestia, c. 6.