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Segunda época. Año XVII. N° 277

Roma, 21 de febrero de 2011

Fiesta de la Cátedra de San Pedro Apóstol.

Jayreia, primer aspirante de nuestro Instituto que voló al Cielo…

Aprovechamos, con este testimonio sobre la aspirante Jayreia, para agradecer principalmente al R. P. Carlos Buela, por querer para nuestro Instituto la fundación del aspirantado.

Y no amaron tanto su vida que temieran la muerte, por esto estad alegres cielos y los que moráis en sus tiendas” [1]. Ciertamente ella estará alegre en el cielo gozando de Dios porque no amó tanto su vida que temiera la muerte, muy al contrario de la mayoría de los jóvenes “hijos de este mundo”, que no pueden “vivir” porque no quieren morir, seguramente ella “murió” a los “encantos de este mundo” “conoció la hiel que está escondida en la “miel” de los goces de este suelo, y por no haber cedido a sus encantos está gozando los del cielo eterno…”[2]. Y ya en este suelo vivió para Cristo y en Cristo, viendo nosotros la señal inequívoca de esto en su sana y constante alegría.

No solo Dios la preservó como perla de los engaños “de este mundo” desde temprana edad, sino que ella libremente se privó de los goces legítimos como el compartir sus días de niñez con su mamá y sus hermanitos… “y fue dichosa porque de entre todas fue por Dios sorprendida con su lámpara encendida para el banquete de bodas…”[3].

Su nombre Jayreia significa “la que hace mucho el bien”. Había llegado a nuestro Hogar de Alejandría en julio del 2008. En febrero del 2010 había entrado al aspirantado y comenzado el primer año de preparatoria. Su contextura física era menuda y de gestos muy simpáticos.

Vivió sencillamente la caridad evangélica, como algo natural de quien ama y comprende con la mirada de niño el amor de Cristo, esto se reflejaba en la prontitud al levantarse y acudir a las oraciones de la mañana, cuando se preparaba para cada santa Misa, Adoración al Santísimo, el rezo del Rosario y  como consecuencia lógica en el trato amable, real y concreto a Jesús en su prójimo que es regla y medida del amor cristiano. Era muy querida por el resto de sus compañeras, ocurrente, inquieta, entusiasta, dispuesta siempre a ayudar.  “Khairia (Jayreia) era obediente y nunca se quejaba, a pesar de que a veces estuvo enferma o tuvo dificultades. No decía nunca las cosas que le molestaban o que le dolían. Tenía una buena relación con las otras aspirantes. En la escuela era una buena alumna” (Madre Mariam Saiedat Ilije, maestra de aspirantes).

El 10 de setiembre empezaron los síntomas de su enfermedad. Se le diagnosticó infección en los pulmones, mal que fue agravándose rápidamente. Permaneció 23 días en cuidados intensivos. Los primeros días estuvo inconsciente, pero recobró la conciencia el 4 de octubre, unos días antes de su muerte, aunque no podía hablar porque estaba entubada. Su situación empeoró a partir del día 7. Fue providencial que el  día antes de morir tuviese  una leve mejoría al mismo tiempo que recibía la visita de su mamá, quien llegaba del sur, a visitarla.  Parecía que la esperó para despedirse.

Voló al Cielo el 9 de octubre, a los 12 años. “Con el abrazo inocente de un hondo pacto amoroso, vienes a unirte al Esposo por virgen y por prudente…”[4]

Nos queda finalmente mucho por aprender de esta pequeña y gran Servidora (quien por cierto arrebató a las aspirantes de nuestro Instituto el primer lugar en el cielo). Mucho para reflexionar, pidiendo a Dios la gracia de poner por obra… el testimonio simple y amoroso de esta aspirantita. Que su ejemplo nos mueva a buscar intensamente a nuestro Esposo con simpleza en lo que nos pida y nos presente día a día.

Recogemos algunos testimonios:

 “Estando internada en el hospital, antes de quedar inconsciente, me dijo que  iba a encontrarse con su papá en el cielo” (Madre Mariam Saiedat Ilije).

“Puedo dar testimonio de su alegría y servicialidad. En el mes de julio tuve la oportunidad de acompañar a un grupo de voluntarios españoles al aspirantado. Ella los recibió con sus ojos vivos y brillantes y una amplia sonrisa en su rostro. En silencio observaba todo, parecía disfrutar y gozar de cada cosa que se hacía, como esos niños que se maravillan y contentan con esas cosas simples y sencillas, era agradable su presencia.

Recuerdo que los voluntarios propusieron hacer juegos y canciones en las cuales ellas tenían que hacer mímicas. En algunas donde la coordinación no abundaba recaía la timidez y la vergüenza, resultaba simpático ver como en ese momento ella alentaba (y justamente no es que gozaba de una coordinación deslumbrante) a las demás a seguir participando con gran entusiasmo.

Por otro lado en medio del bullicio de las aspirantes que participaban expectantes de la novedad ella se dirigía hacia la cocina, trayendo unas botellas de agua fresca y vasos para las visitas, luego con ayuda de otras trajo bancos para que se sentaran y así poder hacer una ronda. Son esos gestos sencillos que hacen extraordinarias a algunas almas…” (Hna. María Annunziata).

“Durante el mes de septiembre fui dos semanas a ayudar al aspirantado, me tocaba estar con las pequeñas, entre ellas Jayreia. Poco tiempo antes de que muriera. La primer semana fuimos de convivencia al Bitash, que es un lugar muy lindo en Alejandría a orillas del mar. Era llamativo ver en ella, como también en otras, su disposición a todos los trabajos de limpieza, cocina y lo que se le pidiera, acompañados con una gran alegría. Si le tocaba servicio era la primera en estar lista para atender a todas sin que la tengan que estar llamando o recordándole lo que debía hacer. Disfrutaba de los tiempos de juegos en la playa y recreaciones, siempre haciendo participar a las demás en las eutrapelias. En el tiempo que estuvimos en el convento, era presurosa en levantarse y comenzar las oraciones” (Hna. Maria Agustina de la Cruz)

Unidos en cada Santa Misa, desde la tierra del Exilio del Niño Jesús,

Hna. María Agustina de la Cruz,

Estudiante de lengua árabe en Alejandría, Misionera en Egipto.


[1]Ap. 12,12

[2] Liturgia de las horas, Himno Vísperas de Santos Mártires

[3] Liturgia de las horas, Himno, II Vísperas de Santas. Vírgenes

[4] Liturgia de las horas, Himno II Vísperas de Santas Vírgenes

Jayreia, primer aspirante de nuestro Instituto que voló al Cielo…

Jayreia, primer aspirante de nuestro Instituto que voló al Cielo…

Jayreia, primer aspirante de nuestro Instituto que voló al Cielo…

Misión en Surinam

Querida Familia Religiosa:

Inicios de la misión

Como sabrán por la crónica anterior nuestra misión comenzó el 13 de noviembre con la apertura oficial que se realizó en la pequeña capilla en la Casa Episcopal. El día 14 se realizó la reapertura de la Catedral que durante 22 años estuvo cerrada a causa de su restauración. Ese día nos hicieron una corta entrevista que pasaron por televisión.  Era el evento!!! junto con la reapertura de la Catedral, nuevas y jóvenes hermanas en Surinam!!!

Entre los que veían esta entrevista había una adolescente que muy expresiva dijo a sus familiares con los que veía la TV: “Yo quiero tocar la mano de alguna de ellas y cuando lo haga nunca más me lavare las manos”.  Esta joven que pertenece a la Parroquia a la cual asistimos para la Santa Misa y para hacer apostolado, es ahora nuestra primera profesora de holandés.

Durante las primeras semanas nuestro medio de movilidad fue el colectivo. La gente se impresionaba al vernos subir y usar el mismo transporte que ellos, muchos tampoco sabían que es lo que éramos, al enterarse dijo el chofer: “¿son ustedes hermanas de verdad?” ante nuestra respuesta afirmativa dijo asombrado: “yo solo he visto hermanas en las películas”. Con estas sencillas anécdotas vemos claramente la falta de presencia religiosa que sufre este pueblo, verdaderamente tienen sed de Dios.

Apostolados

Es hermoso ver la gran confianza y esperanza que la gente pone en nuestro Instituto. Gracias a esto hemos podido comprobar cómo día a día se nos abren las puertas para los distintos apostolados que queremos realizar. Por ello pudimos llevar a cabo el oratorio de niños. El día 6 de diciembre tuvimos el “día del niño” en el que realizamos juegos desde las 9:00 hasta las 12:00 hs. Ahora tenemos el grupo de niños que se reúne todos los sábados y su número crece considerablemente. El grupo lleva el nombre de los Beatos Francisco y Jacinta Marto, ya que pertenece a la Parroquia “Nuestra Señora de Fátima”.

Con los jóvenes nos reunimos todos los domingos después de la Santa Misa desde las 8:00 hs hasta las 12:00 hs. También nos han invitado a varios grupos de jóvenes en los cuales hemos podido dar charlas de formación y principalmente dar testimonio de vida religiosa con nuestra presencia. Los jóvenes se muestran interesados en conocer más nuestro Instituto y la vida consagrada. Muchos se han acercado a hacer preguntas como en secreto y otros muy abiertamente. Para la Navidad estuvimos pintando y reparando las imágenes del pesebre de la Parroquia y contamos con la ayuda de varios jóvenes. Es ya tradición en el país que en la Catedral se realice un pesebre viviente muy sencillo durante 3 días seguidos.  Por gracia de Dios pudimos asistir a él.

Navideta

El día 28 de diciembre recibimos la visita de nuestras hermanas misioneras en Guyana con las que aprovechamos el tiempo en hacer salidas y peregrinajes, especialmente al lugar donde trabajó por las almas el B. Padre Pedro Donders, sacerdote holandés que pasó 27 años de su vida entre los leprosos de Batavia. El 31 de diciembre cenamos con Monseñor Bekker, nuestro Obispo, en su casa con un ambiente muy familiar. Las hermanas emprendieron el regreso el día 2 de enero hacia Guyana en colectivo, el viaje dura alrededor de 12 horas.

Por gracia de Dios la misión, que siempre es una aventura, no deja de serlo aquí también. Nuestro intento por superar el holandés sigue siendo con ahínco, al menos eso intentamos, después del holandés tenemos que aprender también el “Sranan Tongo” (nombre oficial del dialecto del lugar), muy usado por los jóvenes, niños y en el mercado. Mucha gente que viene del interior del país a vender sus productos y que no han ido a la escuela, hablan solo dialecto y si les queremos entender algo para comprar unas cebollas, nos hace falta el “Taqui Taqui” (el dialecto como ellos lo llaman). Verdaderamente este pueblo tiene sed de Dios y de ejemplos vivientes de religiosos. Los religiosos que hay en el país son muy pocos y ya ancianos, por lo mismo no salen ya de sus conventos  y se escucha a la gente decir “hace mucho que no veía hermanas de verdad, ya no se las ve como antes”. No olvidemos que las religiosas eran profesoras o maestras en las escuelas, toda la dirección de las escuelas estaba bajo la guía de varias congregaciones religiosas que poco a poco se fueron yendo por falta de vocaciones y por su avanzada edad. Actualmente solo quedan 4 congregaciones: las hermanas Franciscanas de la Inmaculada Concepción de Nuestra Señora, de las que queda un miembro; las hermanas de la Inmaculada Concepción o también llamadas hermanas de Paramaribo, de las que quedan 6 miembros; las hermanas del Amor de Nuestra Señora de la Divina Providencia o hermanas de Tilburg, de las que quedan 2 miembros. Todas estas religiosas son ya muy ancianas y su perseverancia en la vida religiosa nos anima a seguir firmes en la nuestra y llevar con mayor empeño el servicio de Dios y de las almas.

Nos encomendamos a sus oraciones.

En Cristo y María Santísima,

M. Madre de la Esperanza

VI Crónica Islandia “Tierra de Hielos y Fuego” Stykkishólmur

“Navidad en Stykkishólmur”

Querida familia religiosa:

Desde los confines del mundo, en este caso de Snæfellsnes, o del “lejano oeste” Islandés; queríamos hacerlos partícipes de las pequeñas grandes cosas que han estado sucediendo por estos lares…

Hemos tenido la gracia de pasar nuestra segunda Navidad en Stykkishólmur, pero esta vez ya no tanto como “espectadoras” sino como organizadoras; y con la mejor disposición de la gente para ayudarles a pasar una Navidad “más cristiana”, por no decir: “más católica”.

Como ya hemos contado, la presencia de las hermanas Franciscanas ha sido de real importancia en esta misión, ya que así como le dieron “vida” al pueblo con la fundación del hospital, también lo educaron en varias cosas que acá ya son sanas costumbres y que hasta forman parte de ellos. ¿Y qué cosas? La más destacable, y a la que quiero hacer referencia en esta crónica es nada más y nada menos que al pesebre viviente, o como lo llaman acá Heilögleikrit (santa actuación). Resulta que las hermanas, al fundar el jardín de infantes comenzaron a realizarlo cada año con los niños, para lo cual confeccionaron un magnífico vestuario, que es el que aún hoy en día sigue en uso. Parece que ellos cantaban un villancico islandés que va relatando la historia de la Noche Buena y lo iban representando. Con el tiempo, esto pasó a ser una actividad más del calendario escolar, para lo cual cada curso desempeñaría un papel en el pesebre, es así que por ejemplo los de 3° grado serían los angelitos, los de 4° los pastores, etc, incluidos dos guionistas. La representación se hace en la iglesia luterana, donde el pastor dice unas palabras referentes a la Navidad, se reza y se cantan algunos villancicos.

He aquí que con todo esto, los chicos no aprenden a actuar, ni ven luces, ni saben qué es una escenografía, ni tienen que estudiarse una letra, ni tratar de hacer más real aquello que actúan. Por eso se nos ocurrió, en la medida de nuestras posibilidades, hacer un pesebre viviente como es nuestra costumbre. Para ello se escribió un pequeño guión y se lo tradujo al islandés, se buscó música, luces, y, como bien me dijeron una vez: “hermana… en la misión hay que hacer de todo”, sin tener mucha idea de arte, nos largamos también a pintar una escenografía. Fuimos a hablar con el director de la escuela, quien a manos llenas nos prestó todo el vestuario que antes era de las hermanas.

Después de unos pocos ensayos, por falta de tiempo (como para no perder la costumbre), pudimos hacer la presentación del pesebre en el oratorio, para lo que asistieron todos los padres de los niños que actuaban, más otros familiares e invitados. ¡Se llenó el salón! E hicimos una segunda presentación en el asilo del pueblo, donde hacemos un voluntariado una vez a la semana, en la que a los ancianos se sumaron familiares, conocidos y el personal. Al ver la preparación todos los presentes estaban muy contentos de ver tanta dedicación y no dejaban de felicitarnos y agradecer por ello.

Sin duda, además de lo enternecedora que es la actuación de los niños, tanto a ellos como a nosotras, esto nos ayudó de manera especial a meditar sobre este tan gran misterio en el que todo un Dios se anonadó de tal manera, que se hizo un indefenso Niñito solo por amor nuestro. Y por Su gracia, tuvimos la posibilidad de recordarle a esta sociedad tan paganizada, el misterio que envuelve estas fiestas, que va más allá de los regalos o los duendes (como tienen acá en Islandia) o la comida, sino que se centra en un pobre pesebre, desnudo de toda pompa y materialismo, y así como tan pobre tan glorioso.

Otras actividades Navideñas:

– Pudimos también como el año pasado ir con algunos niños a cantar villancicos al hospital. Para la ocasión una de las nenas tocó la flauta traversa y otra la guitarra. También les enseñamos el conocido villancico “Mi burrito Sabanero”, que por más que no entendían toda la letra no lo dejaban de tararear. Esta vez no había más que tres enfermos en el hospital y el resto del personal. Pero aún así no se escatimaron esfuerzos y los niños se empeñaron por alegrar a estos abuelitos, que lejos de sus familias hubieran pasado una Navidad muy solos.

– Para la Santa Misa de Noche Buena, a las 24:00 hs. del 24 de diciembre a diferencia del año pasado, que hubo muy mal clima,  hubo gran concurrencia y lo más paradójico es que la mayoría de la gente era luterana y los católicos éramos minoría.

Pudimos contar con la presencia del organista de la iglesia luterana, que es húngaro y católico, y que trajo a varios miembros del coro de entre los cuales había un solista que cantó el “Panis Angelicus” después de la comunión.

Había, entre otros, un matrimonio islandés, que muy contentos nos dijeron: “que linda Santa Misa hermanas! Muchas gracias!… pensar que ya hace 30 años que venimos acá para Navidad”.

En fin, solo Dios sabe las gracias que derrama en cada una de estas almas. A nosotros nos pide que seamos fieles y constantes, siendo conscientes de que somos meros instrumentos Suyos, ya que la conversión es una gracia, y los tiempos de Dios no son los nuestros.

Aprovecho a pedirles oraciones por nuestro trabajo ecuménico en esta misión, para que seamos dóciles instrumentos de Dios en esta magnífica obra.

– Esta Navidad contamos con la presencia de la Madre María de Anima Christi, quien llegó el mismo 25 a Stykkishólmur, día en que teníamos cuatro Misas (una en islandés y tres en polaco), dado lo cual debíamos acompañar al sacerdote que celebraría las Misas en polaco a lo largo del fiordo. A pesar del cansancio del viaje, la Madre nos quiso acompañar y conocer de ese modo los lugares donde hacemos apostolado habitualmente, ya que en ellos damos catecismo una vez a la semana y acompañamos al sacerdote mensualmente a celebrar la Santa Misa en las distintas capillas de aquellos pueblitos.

– El día 26 de diciembre vinieron nuestras hermanas que misionan en Hafnarfjörður, dos de las “hermanitas del Sagrado Corazón” (es una naciente congregación mexicana, que hace unos meses llegaron a nuestra misión en Islandia y trabajan en el obispado), y los padres Pedro Torres, V.E y Horacio Cabaña, V.E.; ya que después de una cena festiva daríamos comienzo a los ejercicios espirituales ignacianos, que predicaría el P. Pedro Torres, misionero en Holanda.

Agradecemos de modo especial al P. Pedro Torres por su disposición y solicitud para con nosotras al venir a predicarnos los ejercicios, y a la M. Anima Christi que por primera vez nos alegró con su visita a nuestra misión en Stykkishólmur, que aunque fue fugaz ha sido de gran provecho y edificación para nosotras.

Octavario por la unidad de los cristianos:

Como es sabido, en el hemisferio norte se celebra cada año desde el 18 al 25 de enero el octavario por la unidad de los cristianos, en que los cristianos de todo el mundo se unen en ferviente oración pidiendo alcanzar la total unidad; ya que como dijo el Santo Padre “es fundamental que los cristianos, si bien están esparcidos por todo el mundo y, por tanto, tienen diferentes culturas y tradiciones, sean una sola cosa, como quiere el Señor”.

Por este motivo realizamos nuevamente en nuestra capilla un encuentro ecuménico para poder sentir y actuar con y por la Iglesia mediante el rezo de las vísperas. Católicos y luteranos, todos unidos en oración pidiendo la gracia de la unidad.

Ese día por enorme gracia de Dios se hicieron presentes muchos más fieles de lo que esperábamos, ya que el pastor hizo extensiva la invitación a la comunidad luterana publicando un anuncio en el boletín del pueblo.

Damos gracias a Dios por permitirnos ser sus instrumentos en semejante obra como es la del ecumenismo, a la que el mismo Santo Padre ha dado tanto realce a lo largo de su pontificado. Y aún más Le agradecemos por permitirnos palpar los frutos del constante diálogo ecuménico que nos toca realizar en este país ya sea por medio de nuestros apostolados, ya por el testimonio de vida consagrada aquí en Islandia.

Una vez más agradecemos a Dios y a nuestros superiores por enviarnos a esta misión, y permitirnos cumplir con el mandato de nuestro Señor de: “Id por todo el mundo…” y llegarnos a estos confines del planisferio. El nos conceda la gracia de no cesar obrando el bien… ¡hasta llegar al cielo!

Nos encomendamos a sus oraciones.

Dios los bendiga a todos.

En Jesús, el Verbo Encarnado y su Madre Santísima.

Hermanas de la comunidad “Santa Bárbara”, Stykkishólmur, Islandia.